La pérdida de maíz por la sequía es hasta la fecha de 3.5 millones de toneladas, volumen al que se sumarán las mermas parciales por las lluvias atrasadas o insuficiencia en el riego, por lo cual las importaciones del grano, destinado fundamentalmente al consumo pecuario, será de 11 millones de toneladas, estimó Carlos Salazar, de la Confederación Nacional de Productores Agrícolas de Maíz de México (CNPAMM).

Sostuvo que si bien la baja es de 30 por ciento sobre una producción claculada en 20 millones de toneladas en el actual ciclo agrícola, hay suficiente grano para consumo humano, ya que las empresas y algunos productores tienen inventarios del ciclo otoño-invierno 2008-2009.

Las pérdidas de las siembras afectarán más a los campesinos de zonas marginadas; habrá hambruna entre ellos porque no tendrán maíz para autoconsumo ni ingresos para adquirir harina en las tiendas Diconsa, las cuales se están manejando con mentalidad empresarial, agregó.

Descartó la posibilidad de una segunda siembra por las deudas que tienen los agricultores. “Producir una hectárea de maíz cuesta entre 10 mil y 18 mil pesos debido a los costos de producción, en los cuales las semillas representan 12 por ciento, los fertilizantes 40 y la energía eléctrica –en el caso de tierras de riego– 40 por ciento”.

La afirmación del secretario de Agricultura, Alberto Cárdenas Jiménez, de una resiembra, es “una simulación, un engaño para la sociedad; los campesinos saben que la producción es baja y además enfrentan riesgos de inundaciones, granizadas y heladas.

Yo no sé quién asesora a Cárdenas Jiménez, pero los campesinos saben que una resiembra no vale la pena porque los costos de producción matan.

Consideró que el gobierno debe esperar hasta noviembre para saber con certeza el volumen de maíz amarillo a importar y antes tener un balance de los inventarios que existen en Sinaloa, Tamaulipas y otras entidades, así como atender a los labriegos de los estados más afectados por la sequía, como Coahuila, Durango, San Luis Potosí, Zacatecas y Chihuahua.

Además, atender a los ganaderos con el sorgo disponible antes de empezar a realizar importaciones, pues si bien los precios del grano en el mercado internacional, en los cinco años recientes, han permanecido en un nivel de 149 a 150 dólares la tonelada y la cosecha de Estados Unidos será abundante, el tipo de cambio no es favorable para realizar las compras.