Aunque Jimena se degradó ayer a huracán categoría 3, la Secretaría de Gobernación, por conducto de la Coordinación General de Protección Civil (CNPC), emitió declaratorias de emergencia para los municipios de Loreto, Mulegé, Los Cabos, La Paz y Comondú, en Baja California Sur, y recomendó reforzar la seguridad en zonas de alto riesgo ante el paso del meteoro, que podría durar hasta este jueves.

A su vez, el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) reportó a las 20 horas que Jimena seguía siendo muy peligroso y consideró el sitio donde impactaría el ojo del huracán como lo menos relevante, pues la muralla golpearía durante el transcurso de la noche la costa occidental de Baja California Sur, y su fuerte convección también estremecería las costas de Sinaloa, Nayarit y Jalisco.

A las 22 horas el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos dio a conocer que Jimena se hallaba 145 kilómetros al oeste-noroeste de Cabo San Lucas y 205 al sur-sureste de Cabo San Lázaro.

Por la tarde el meteoro se hallaba 185 kilómetros al suroeste de Cabo San Lucas, con vientos de 215 kilómetros por hora y rachas hasta de 260. Se calcula que el ojo, de 18 kilómetros de diámetro, podría llegar la mañana de este miércoles a las inmediaciones de Puerto San Carlos, Comondú.

La mañana de este martes las autoridades comenzaron a desalojar a miles de personas en las zonas amenazadas de Baja California Sur, y en el municipio de Los Cabos la actividad estaba semiparalizada. En las principales calles la mayoría de los pequeños comercios habían cerrado y sólo las grandes tiendas daban servicio, pero en el puerto de San Carlos el ritmo era casi normal.

Asustados turistas buscaban tomar vuelos de regreso. Mientras, el gobierno de Baja California Sur anunció la suspensión de clases. Agregó que cientos de familias desalojadas de las islas de Bahía Magdalena y otras zonas se concentraban en refugios temporales, a la vez que arreciaban lluvias, viento y oleaje, que amenazaban las viviendas construidas con materiales endebles y las ubicadas en zonas costeras y bajas.

Puertos y aeropuertos del estado permanecieron cerrados y la Policía Federal recomendó no transitar por la Carretera Transpeninsular Benito Juárez, única que cruza de sur a norte la entidad. El Ejército puso en marcha el lunes el plan DNIII-E. Mil soldados y mil trabajadores de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) se desplegaron para responder a la contingencia.

Las autoridades de Baja California alertaron a la población de Ensenada, Playas de Rosarito y Tijuana ante la llegada del huracán. El gobierno de Sinaloa pronosticó que el meteoro causará vientos hasta de 120 kilómetros por hora, olas de cinco metros de altura, lluvias fuertes e inundaciones en el centro y el norte del estado, por lo cual se instalaron 245 albergues y en los municipios de Ahome y Guasave se suspendieron las actividades escolares. Todos los puertos fueron cerrados y el crucero turístico Carnival Splendor canceló su llegada a Mazatlán.

Protección Civil de Sonora declaró alerta verde en 26 municipios y la mantuvo azul en otros 13; mientras, en Guerrero, la influencia de Jimena causó hundimientos, reblandecimientos y deslaves en carreteras de Acapulco y Metlatónoc.