Aun cuando la sequía afecta a cerca de 1.5 millones de hectáreas de cultivos, no habrá desabasto de alimentos ni mucho menos hambruna, y tampoco se justifica ningún incremento a los precios de los productos básicos o acaparamiento, pues hay en bodegas inventarios suficientes de todos las mercancías.

El titular de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa), Alberto Cárdenas Jiménez, ofreció ayer una conferencia de prensa en la que dio a conocer por zonas y regiones las áreas afectadas por la falta de lluvia en los pasados meses; sin embargo, sostuvo que está garantizado el abasto de alimentos como granos e incluso de productos como leche, huevo, tortilla o carne.

Según indicó el funcionario, las medidas inmediatas que se pusieron en marcha fueron la cobertura del Seguro Agropecuario Catastrófico. Asimismo se hizo una evaluación y ubicación de las regiones afectadas; además se lleva a cabo un programa de resiembra y siembra tardía, y también se concretarán aportaciones federales y estatales.

Cárdenas Jiménez adelantó que se podrían también incrementar para este año en 1.5 millones de toneladas las importaciones de granos para satisfacer la demanda del mercado nacional, y consideró necesario que se refuercen las acciones de vigilancia de precios, por medio de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), para evitar abusos.

Reconoció, sin embargo, que por la falta de lluvias se dejará de producir un millón y medio de toneladas de alimentos.

Principalmente resultó afectada la producción de maíz, ya que, puntualizó, entre 80 y 85 por ciento de la siembra del ciclo primavera-verano se perdió. Por ello se buscará resembrar el grano en diversas regiones.

En mucho menor medida se vieron afectados los cultivos de frijol, sorgo y trigo. No obstante, aclaró que de eso a considerar que podría haber hambruna hay una gran distancia.

Las hectáreas afectadas suman 500 mil de maíz, 250 mil de sorgo, 40 mil de trigo y 50 de frijol, sólo que como todavía están en bodegas todas las cosechas del pasado ciclo otoño-invierno, hay suficientes inventarios porque se rompió récord de producción y sería irracional cualquier acción de acaparamiento de productos.

También comentó que si la sequía afecta a poco más de un millón de hectáreas, de este total 850 mil pertenecen a productores que ya reciben apoyos del gobierno federal, 329 mil fueron pérdida total y en el resto se llevan a cabo evaluaciones para determinar si pueden ser resembradas.

En contraparte, ya se estudia el incremento de importaciones, además de que los apoyos y subsidios a los productores se entregan de manera oportuna y hay confianza en que podrá mejorar la situación en el próximo cuatrimestre, pues las presas ya están a 70 por ciento de su capacidad y actualmente 11.2 millones de hectáreas todavía están sembradas. Incluso se aseguraron 6.6 millones de hectáreas mediante el seguro catastrófico, así como 4.1 millones de cabezas de ganado, estas últimas por un monto superior a los 9 mil millones de pesos.