Economía
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Crisis

El reto de los bancos centrales
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Periódico La Jornada
Martes 1º de septiembre de 2009, p. 27

Ahora que la economía global parece haber tocado fondo y muchas economías muestran signos de recuperación, surge la pregunta de cuándo podría terminar la fase actual de extraordinaria laxitud en la política monetaria. Dada la mezcla de medidas ortodoxas y heterodoxas que se ha aplicado en casi todas las economías, ya no se trata de una simple pregunta sobre tasas de interés. Más bien, conforme mejoran las condiciones económicas, es probable que los bancos centrales endurezcan algunos componentes de las políticas y mantengan laxos otros.

Específicamente, EIU prevé que la mayoría de los bancos centrales mantendrán sin alteración las tasas de referencia convencionales hasta finales de 2010. En cambio, se espera que comiencen a retroceder mucho antes en algunos otros programas heterodoxos.

Con esos temas en mente, los bancos centrales del mundo se presentaron a su reunión anual en Jackson Hole, Wyoming, EU. Existe el temor de que una política demasiado concesiva, si se mantiene demasiado tiempo, conduzca a una inflación incontrolable. Al mismo tiempo, hay la preocupación de que apretar antes de tiempo pudiera frustrar una frágil recuperación. Por tanto, el reto de los bancos centrales es determinar el momento y la extensión del endurecimiento de políticas, y procurar que la transición sea tan ordenada como sea posible para evitar crear perturbaciones tempranas en los mercados financieros.

En realidad, es posible que las respuestas a la mejora de condiciones económicas sean más minuciosas que la mera determinación del momento oportuno para elevar las tasas de interés. Esperamos que los bancos centrales equilibren la necesidad de responder a una elevación gradual del apetito de riesgo (que implicaría la necesidad de restricciones) con un deseo de evitar medidas que pudieran socavar la recuperación de la economía real. Por esta razón creemos que la mayoría de los principales bancos centrales mantendrán inalterables sus tasas convencionales durante lo que resta de 2009 y tal vez en todo 2010. Los encargados de las políticas se mostrarán renuentes a elevar las tasas de referencia, pues tales incrementos afectarían las tasas comerciales y podrían detener la inversión y el crédito.

Por tanto, un endurecimiento temprano vendría en la forma de una salida parcial de las medidas heterodoxas, muchas de las cuales han consistido en que los bancos centrales aporten liquidez mediante la compra de valores del sistema bancario. Esto ha ayudado a remplazar la liquidez que los bancos sacaron de la economía real para reforzar sus balances. Conforme los bancos comerciales pierden la aversión al riesgo y recobran la capacidad de prestar, los bancos centrales pueden retirar liquidez sin restringir en realidad el acceso al financiamiento para la economía real.

De hecho, el 12 de agosto la Reserva Federal de EU dijo que reduciría sus compras de bonos del Tesoro y que esperaba poner fin al esquema de 300 mil mdd en octubre de este año. Sin embargo, también dejó en claro que intenta mantener su tasa de referencia excepcionalmente baja por un periodo prolongado.

Sin embargo, los bancos centrales continúan teniendo sus diferencias. En particular, el Banco de Inglaterra ha decidido elevar la expansión monetaria cuantitativa, lo cual subraya el escepticismo que aún rodea la robustez y durabilidad de cualquier recuperación económica, principalmente como reflejo de inquietudes de que las recientes mejoras en datos económicos sean productos temporales del gigantesco apoyo gubernamental. Habrá que retirar el estímulo fiscal. Una vez que esto ocurra, existe el riesgo de que la producción económica vuelva a debilitarse para producir lo que muchos describen como una recuperación en W. Aunque no es ése nuestro pronóstico para la economía mundial, sí prevemos que EU sufrirá un alentamiento de ese tipo en 2011, luego del repunte vaticinado para 2010.

Fuente EIU

Traducción de texto: Jorge Anaya