Por sus números es la terminal más importante de Latinoamérica
una ciudad dentro de otra ciudad
Lunes 31 de agosto de 2009, p. 36
Con una población flotante de 250 mil personas diarias, entre pasajeros, visitantes y empleados, el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) podría ser una de las 79 ciudades medias más pobladas del país, con todos los problemas que enfrenta una comunidad de ese tamaño, desde basura y consumo de agua y electricidad, hasta inseguridad y tráfico de personas y enervantes.
Además, por sus ingresos, de más de 4 mil millones de pesos anuales, el AICM, con una extensión de 746.4 hectáreas, se convertiría en uno de los municipios más ricos, incluso con recursos mayores a los que tienen los estados más pequeños del país.
Con casi 900 operaciones diarias de aterrizaje y despegue y trabajadores efectuando sus actividades las 24 horas del día, el aeropuerto no duerme. Muchos decomisos de drogas y detención de indocumentados, principalmente de Centroamérica, se efectúan en la noche y madrugada.
En total hay 730 cámaras de seguridad de circuito cerrado en las dos terminales y operan 4 mil 400 elementos policiacos de corporaciones federales, el gobierno capitalino y el grupo de vigilancia privado que fue contratado por autoridades del propio aeropuerto para cuidar ambulatorios, vialidades, revisar pasajeros y equipaje, y supervisar salas de abordaje, plataformas y accesos a áreas operacionales.
Diariamente se generan 40 toneladas de basura y se consumen 260 mil kilovatios/hora, con un costo mensual superior a 10 millones de pesos, así como unos mil metros cúbicos de agua, por los cuales se pagan 3.5 millones de pesos bimestrales. Operan mil 455 taxis, los cuales brindan 6 mil servicios, y 20 mil pasajeros son atendidos a diario. Existen 564 maleteros y hay una central de autobuses que ofrece traslados a ciudades cercanas al Distrito Federal, como Cuernavaca, Puebla, Pachuca, Querétaro, Toluca, Córdoba, Tlaxcala y Tula.
El director general del AICM, Héctor Velázquez Corona, ha señalado que la terminal aérea, por sus proporciones, es una ciudad dentro de otra ciudad
. El manejo de la población flotante diaria, dice, no es fácil
. Aunque destaca que en los últimos 10 años no se han suscitado hechos violentos en las instalaciones, subraya que no se puede soslayar la comisión permanente de delitos en las cercanías. Prueba de ello es que desde hace años el AICM tiene contratada una póliza de seguro contra actos terroristas
.
Algunos números –por ejemplo, 26.2 millones de pasajeros movilizados en 2008, un total de 366 mil operaciones en ese año y una carga de 376 mil toneladas– ubican al AICM como el aeropuerto más importante de México y América Latina. De mil 100 terminales aéreas, por número de vuelos ocupa el lugar 39, por pasajeros el 46 y por carga el 45.
Una desventaja es que sólo tiene dos pistas, las cuales, como están muy cercanas, no pueden utilizarse de manera simultánea, lo cual genera saturación de vuelos. A la terminal llegan 35 líneas aéreas de pasajeros y 19 de carga. Posee un aerotren y un sistema de transporte automatizado entre las dos terminales, el cual tiene una extensión de tres kilómetros y capacidad para movilizar 100 pasajeros por viaje en sus cuatro vagones. En su primer año de operaciones trasladó 1.7 millones de personas, 4 mil 700 al día.
En las instalaciones operan prácticamente todas las instituciones bancarias del país. Hay 16 bancos, 67 cajeros automáticos y 44 casas de cambio. Además, 644 espacios comerciales de las principales marcas, incluidas las tiendas Duty free. El AICM es una ciudad cara. Por ejemplo, el precio por metro cuadrado está cotizado, en algunos casos, en dólares. Un centro cambiario puede pagar de renta 130 mil pesos al mes.
En los servicios de limpieza, subrogados a varias empresas privadas, laboran en las dos terminales mil 424 trabajadores, quienes el año pasado representaron erogaciones por más de 120 millones de pesos. Adicionalmente tiene 6 mil 514 cajones de estacionamiento.
Como cualquier ciudad, no puede estar exento de problemas económicos. En el ejercicio 2008 reportó pérdidas por 77.1 millones en gastos de operación, y en 2009 la situación ha sido complicada, por lo que se elabora un plan de emergencia económica. Éste contempla restricciones presupuestales y frenar varios programas de inversión. La alerta sanitaria y, con ella, la caída del sector aéreo y de la actividad turística provocaron un fuerte desplome de los ingresos, por lo que expertos ya trabajan en la cuantificación de los daños.