l gasto total aprobado para 2009 asciende a 3 billones 45 mil 479 millones de pesos, de los cuales al 30 de junio habían sido ejercidos un billón 436 mil 92 millones, esto es, el 47.2% (Gráfico 4).

Por componentes del gasto total, del gasto programable aprobado para el año (2.320 billones) a junio se había ejercido el 47.7%, y del no programable (725 mil millones) el 45.4%. De este último, especial mención merece el costo financiero – que casi en su totalidad corresponde sólo al pago de intereses de la deuda pública y del rescate bancario de 1995-96 (el entonces Fobaproa) – cuyo elevado monto (290 mil millones) representa, por ejemplo, casi un 50% más que los recursos asignados a Educación Pública (201 mil millones) y es nueve veces los recursos que el país dedica al Poder Judicial (33 mil millones), constituyendo ya un tributo desproporcionado a los bancos y otros acreedores nacionales y extranjeros que es preciso reconsiderar en su cuantía y en su pertinencia, así como poner límites y reglas a la contratación de deudas, bursatilizaciones, enajenaciones y toda forma de endeudamiento de los tres niveles de gobierno y de los organismos públicos.

El gasto programable

Siguiendo la clasificación administrativa del presupuesto se observa que del gasto programable, en el primer semestre del año el gobierno federal ejerció 775 mil millones de pesos, 11.2% más en términos reales que en el primer semestre de 2008 y el 48.1% del total aprobado para este año; y que los organismos bajo control presupuestario directo ejercieron 478 mil millones, 17.8% más que el año pasado y el 49.3% del total aprobado para este año (Gráfico 4).

Por instituciones relevantes, a la mitad del año habían ejercido 55% o más del total aprobado: Presidencia de la República (71.5%), el Poder Legislativo (55.4), Relaciones Exteriores (56.7), Sagarpa (66.8), Economía (67.5), Turismo (84.5), el Conacyt (55.1), y el ISSSTE (62.9%); a la inversa, habían ejercido sólo el 45% o menos de lo aprobado: Gobernación (32.3%), Salud (32.7), Comunicaciones y Transportes (32.5), Medio Ambiente y Recursos Naturales (39.8), Procuraduría General de la República (37.5), Función Pública (38.4), Seguridad Pública (34.9), y Luz y Fuerza del Centro (40.2%).

Cabe destacar que si integramos en un rubro genérico de Seguridad los fondos aprobados para este año en las secretarías de Defensa, Marina, Seguridad Pública y la PGR, el país gasta en total en este rubro 105 mil millones de pesos, casi el doble de los 55 mil millones que se asignan a los Ramos Autónomos (Legislativo, Judicial, IFE, CNDH e INEGI), y más de lo que se asigna al campo vía Sagarpa (71 mil millones), a Salud (85 mil m), al medio ambiente, agua y recursos naturales vía Semarnat (45 mil m), o a Desarrollo Social (68 mil millones). (Gráfico 4).

Utilizando la clasificación económica del gasto programable, se observa que el gasto corriente ejercido en el primer semestre ascendió a 867 mil millones de pesos, 5.4% más en términos reales a lo ejercido en igual período de 2008, y el 50.2% de lo aprobado para todo el año; mientras que el gasto de capital (inversión) ascendió a 239 mil millones, 66.8% más de lo ejercido en 2008, aunque sólo el 40.4% de lo aprobado para este ejercicio (Gráfico 5).

Los recursos federalizados

Estos recursos que el gobierno federal transfiere a las entidades y municipios han sido fuertemente afectados en este año, en parte por su liga con los ingresos petroleros, poniendo incluso en situación de insolvencia a muchos de estos municipios.

El total de recursos federali-zados transferidos por el gobie-rno en el primer semestre del año ascendió a 459 mil millones de pesos, -13.0% abajo en términos reales del monto transferido en 2008) (Gráfico 6).

Del total, las Participaciones (de los impuestos recaudados) fueron en este semestre -25.8% inferiores a las de 2008; las Aportaciones (recursos etiquetados para fines específicos) -3.4%; los Subsidios -12.8%; y sólo los recursos transferidos casuísticamente vía Convenios especiales aumentaron 12.3%.

Corolario

La fase fiscal de la crisis está, como se ve, en curso. El gobierno no mejora su captación y cientos de miles de millones de impuestos por ISR e IVA se evaden o se eluden; tampoco está aplicando gravámenes de emergencia para que quienes concentran el ingreso (y quienes sacan el dinero del país) aporten más al fisco; y menos ha rebajado en forma efectiva los sueldos, prestaciones y prebendas excesivas de la alta burocracia (muchos de cuyos integrantes deberían bajar a cero en estricta correspondencia a su desempeño). Por el contrario, su solución se agota en recortar recursos sin ton ni son, afectando lo que no debe, suspendiendo programas y obras relevantes, y echando a la calle a miles de personas que sí trabajan y de ello viven.

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