Se pretende concentrar a la población en aldeas y enajenar tierras para cultivos industriales
Es parte de un proyecto regional basado en mano de obra barata, explotación de recursos naturales y turismo de lujo, señalan
Se busca combatir dispersión geográfica y pobreza, dice el gobierno
Lunes 31 de agosto de 2009, p. 28
Ostuacán, Chis., 31 de agosto. El gobernador Juan Sabines Guerrero planteó el proyecto de ciudades rurales (la primera en Nuevo Juan de Grijalva y otras dos a mediano plazo en los municipios de Ixhuatán y Ángel Albino Corzo) como parte de una estrategia estatal y federal para combatir la dispersión geográfica y la marginación en más 19 mil localidades de Chiapas y promover el desarrollo regional.
Sin embargo, investigadores advierten que la finalidad es ordenar
el uso de los recursos del campo, concentrar a la población en aldeas pequeñas, enajenar sus tierras y ponerlas a disposición de grandes empresas.
Japhy Wilson, de la Universidad de Manchester, Inglaterra, sostiene que esta iniciativa es parte del Proyecto Mesoamérica (antes Plan Puebla-Panamá, PPP) y sus fines son eminentemente económicos: una eficiente organización territorial basada en la propiedad privada, mano de obra barata, plantaciones agroindustriales, extracción de recursos naturales y promoción del gran turismo
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La ciudad rural Nuevo Juan de Grijalva, ubicada a una hora de la presa hidroeléctrica Peñitas, es un poblado de unas 50 hectáreas formado por 410 pequeñas viviendas de tabique marrón.
En un extremo hay ocho invernaderos, donde desde hace algunos meses se produce jitomate. En otra sección hay una planta tratadora de leche, una procesadora de cacao y una granja apícola. Al centro de la comunidad se hallan lo que serán un centro de educación básica para futuros alumnos de jardín de niños, primaria y secundaria, y lo que las autoridades llaman centro de salud con servicios ampliados
.
Según el proyecto del Instituto de Población y Ciudades Rurales de Chiapas, la obra albergará a los habitantes de cinco ejidos, tres comunidades y tres rancherías que se encuentran dispersos en zonas de riesgo de derrumbes, deslaves e inundaciones, y sin servicios básicos.
El desbordamiento del Grijalva aceleró los planes
El proyecto de ciudades rurales está incluido en el Plan Estatal de Desarrollo 2006-2012. Las obras se aceleraron debido al derrumbe de un cerro (el 4 de noviembre de 2007) que bloqueó el río Grijalva, destruyó el poblado Juan de Grijalva e inundó miles de hectáreas en perjuicio de 33 poblados, cuyos habitantes fueron desalojados y la mayoría vive desde hace casi dos años en albergues.
Tres días después del derrumbe, cuando la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y la Comisión Nacional del Agua (Conagua) evaluaron los costos económicos y sociales de rencausar el río y evitar que colapsara el sistema hidrológico del Grijalva, que abastece a cuatro presas hidroeléctricas, Sabines Guerrero presentó al presidente Felipe Calderón Hinojosa la propuesta de construir una ciudad rural para reubicar comunidades afectadas.
El proyecto se planteó dentro del marco de las Metas del Milenio de la Organización de Naciones Unidas para combatir la pobreza y marginación. Fue aceptado y se acordó gestionar para él mil millones de pesos de recursos públicos y privados.
Durante los 21 meses recientes, según cifras del Instituto de Población y Ciudades Rurales de Chiapas, se recaudaron e invirtieron en la construcción de Nuevo Juan de Grijalva 487 millones 714 mil 419 pesos con 29 centavos. El 60 por ciento son recursos federales del ramo 23; 25 por ciento son recursos estatales, y el 15 por ciento restante proviene de diversas empresas y corporaciones privadas.
Aunque las obras están inconclusas, unas 50 familias cansadas de vivir en albergues se instalaron sin permiso en la ciudad rural.
Mariela Zunino y Miguel Pickard, integrantes del organismo civil Centro de Investigaciones Económicas y Políticas de Acción Comunitaria, quienes han desarrollado en Chiapas proyectos de análisis e investigación político-económica, consideran que las ciudades rurales obedecen a las reglas del mercado internacional.
A finales de junio de 2008, cuando los mandatarios de México, Centroamérica y Colombia rebautizaron el PPP con el nombre de Proyecto Mesoamérica, acordaron seguir con la integración de todo el territorio, desde el sur de México hasta Colombia, para que sirva al gran capital
, lo que implica erigir ciudades rurales, sostuvieron.
Los especialistas explicaron que el Banco Mundial publicó en noviembre de 2008 el Informe sobre desarrollo mundial 2009, subtitulado Una nueva geografía económica, en el cual se plantea que la integración económica implica acercar las zonas rurales a las urbanas.
El objetivo es lograr una densidad poblacional adecuada para encauzar las fuerzas de mercado y promover la convergencia de niveles de vida entre aldeas, ciudades y grandes urbes. En este contexto se inserta el programa de ciudades rurales del gobierno de Chiapas, con los mismos elementos rectores: ordenamiento de espacios rurales, concentración demográfica y producción del campo según las reglas del mercado
. La lógica del proyecto es principalmente económica, no social, advirtieron.
A su vez, Japhy Wilson publicó en la revista América Latina en Movimiento el estudio La nueva fase del Plan Puebla-Panamá en Chiapas
. Sostiene que la finalidad de las ciudades es lograr organización territorial eficiente y atractiva para los inversionistas.
El investigador de la Facultad de Ciencias Políticas de la Universidad de Manchester, Inglaterra, recuerda que Chiapas tiene una ubicación estratégica, ya que es el centro geográfico de la región Puebla-Panamá
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