En respuesta al informe del avance de la auditoría sobre el primer semestre, presentado la víspera por la contraloría interna del Instituto Federal Electoral (IFE), el consejero presidente, Leonardo Valdés, señaló que las irregularidades representan un porcentaje muy reducido del presupuesto que manejó el instituto en ese periodo.

En entrevista por separado, el secretario ejecutivo del IFE, Edmundo Jacobo Molina, sostuvo que, sin minimizar la posible existencia de irregularidades, es necesario determinar en su justa dimensión los alcances de los señalamientos, cuyo monto global no supera los 22 millones de pesos, equivalentes a 0.4 por ciento de los 5 mil 300 millones ejercidos en gasto operativo en el periodo que comprende la auditoría.

Señaló que la amplia difusión que ha merecido el reporte de una auditoría inconclusa forma parte de un debate soterrado, subterráneo, inserto en la cultura barroca de este país, en el que se cuestiona a la instancia que parece más visible, pero en el fondo se trata de la inconformidad de algunos sectores con la reforma electoral.

También en entrevista, el contralor Gregorio Guerrero aseveró que el proceso está en la fase de confronta con la autoridad que, en su caso, podría derivar en procedimientos administrativos contra funcionarios e incluso procesos penales. Si los informes que entregue la autoridad no satisfacen a los auditores, se irán al área jurídica.

Reconoció que la auditoría apenas ha pasado al proceso de confrontación de datos con la autoridad electoral y concluirá a mediados de septiembre, por lo cual, dijo, aún deben correr los tiempos legales. Refirió que están en marcha ocho procedimientos administrativos provenientes de procesos anteriores.

Por otro lado, entrevistado tras participar en el seminario Democracia y reglas del juego, organizado por la UNAM, Valdés ofreció diferentes cifras en cuanto al manejo de los recursos, pues incluyó las prerrogativas de los partidos, con lo que fijó en 9 mil millones de pesos lo ejercido en el primer semestre, pero consideró que las irregularidades sólo abarcaban 13 millones.

En términos de volumen del presupuesto que maneja el IFE, lo que el contralor ha informado es un porcentaje muy reducido. Debemos tener paciencia y madurez para que terminen los procedimientos, con la finalidad de que presuntos responsables puedan defenderse, y después conoceremos las determinaciones finales del contralor.

En tanto, aunque no censuró que se presentara el informe de la auditoría el mismo día en que el Consejo General conoció de la propuesta presupuestal de 2010 y los ajustes para este año, Jacobo Molina dijo que llamó a sorpresa la presentación de un avance de auditoría, porque ese procedimiento es poco común.