Productores de mezcal de las regiones más pobres de siete estados del país se manifestaron contra la tasa de impuesto especial sobre producción y servicios (IEPS) de 85 por ciento, y más por las intenciones de la Secretaría de Hacienda de elevar el gravamen a las bebidas alcohólicas para el año entrante. Señalaron que atenta contra la industria del mezcal, bebida tradicional que pugna por aumentar su participación en los mercados y de la cual viven unas 50 mil familias de zonas semidesérticas en los estados de Oaxaca, Guerrero, Zacatecas, Durango, San Luis Potosí, Guanajuato y Tamaulipas. Las autoridades deben darse cuenta de que el mezcal, en toda su cadena productiva, es una opción de vida para muchas familias mexicanas y que 95 por ciento de las destilerías son pequeñas y medianas empresas que requieren mecanismos de apoyo para su desarrollo, manifestó el presidente del incipiente Consejo Mexicano Regulador de la Calidad del Mezcal, Juan José Moreno Sada. Desde 1995, cuando obtuvieron la denominación de origen de la bebida, el organismo ha logrado aglutinar a los productores de apenas 3.5 millones de litros, menos de la mitad de la producción nacional.