En cada mujer –y también en cada hombre– está condensada la historia de toda la humanidad. Dentro de sí coexisten lo mejor y lo peor, la fragilidad y la fuerza, la pasión y la razón. Estas múltiples facetas son el punto de partida de la obra unipersonal de teatro-cabaret Juana’s soul, o la insignificancia de llamarse Juana, escrita, dirigida, cantada y actuada por Vanessa Bauche.

En su segunda temporada (la primera ocurrió en marzo de este año), el montaje explora los paralelismos entre varias Juanas famosas de la historia: Juana de Arco, Juana la Loca y Sor Juana Inés de la Cruz, en una revisión al mismo tiempo lúdica y ácida de la identidad femenina.

Mejor conocida por su trabajo como actriz de cine y teatro, Bauche tiene en esta ocasión la oportunidad de sostener prácticamente todo el espectáculo sobre sus hombros, y mostrar sus habilidades de dramaturga, productora, directora, cantante y compositora.

Desde chiquita siempre he tenido la inquietud de escribir y para eso he tomado varios talleres. Mi papá insistía mucho en que lo hiciera, porque el público no sabe que también puedes tener una vena cómica, que cantas y que actúas, afirmó en entrevista.

La idea de realizar este montaje surgió de manera casual, cuando la artista cantó a ritmo de soul, durante una fiesta, un poema de Sor Juana Inés de la Cruz. El resultado le gustó tanto, que decidió explorar más el personaje de la monja jerónima, y después a otras Juanas célebres.

A partir de la historia de una niña que aparece en la nota roja, y cuya personalidad se rompe en varios fragmentos al ser lastimada –como si se tratara de un cristal–, Bauche repasa el quehacer de estas mujeres determinantes.

Juana de Arco simboliza la inocencia y la ingenuidad; Juana la Loca es el deseo, la carne, la pasión y las relaciones codependientes y destructivas, y Juana de Asbaje representa la necesidad de acercarse al conocimiento y la sabiduría. Hay también una cuarta Juana, que trata de ser hombre para ver si funciona mejor en un mundo masculino, explicó la actriz.

El espectáculo, alucinante y con visos de locura, cambió por completo desde su primera versión. Con la mano de Abraham Tari en la dramaturgia y la dirección, la obra es más completa y profunda, e incluye música de Astor Piazzolla, Adan Jodorowsky, Fito Páez y la propia Vanessa Bauche.

Es un viaje emocional muy fuerte. Tiene partes poéticas y te puede llevar de la risa al llanto. Para mí fue todo un reto escénico, de lo más demandante que he hecho, y en el que tienes que tener la energía, adrenalina y concentración de un niño, definió.

A través de la historia de las cuatro Juanas, la autora no sólo habla de las inquietudes del género femenino, sino también de todo lo que nos duele en el país: de la frustración, la búsqueda de la identidad, la esperanza, la violencia, la impunidad y las causas que parecen perdidas, pero que no nos permiten perder la memoria.

Con la música de Rodrigo Flores y Fernando Alatorre, Juana’s soul, o la insignificancia de llamarse Juana se presentará los jueves 27 de agosto y 3 y 10 de septiembre a las 21:30 horas en el teatro-bar El Vicio, Madrid 13, colonia Del Carmen, Coyoacán.