Domingo 23 de agosto de 2009, p. 4
El senador Pablo Gómez Álvarez consideró ayer que al promulgar el decreto para validar la Ley de Salarios Máximos, Felipe Calderón realizó un acto de publicidad con una medida en la que nada tuvo que ver el Ejecutivo.
Como parte del procedimiento de reforma constitucional, recordó que el ordenamiento fue aprobado por el Congreso federal y las legislaturas de los estados y en ello no tiene injerencia el Ejecutivo, insistió.
Gómez Álvarez aclaró el tema, porque todo mundo está pensando que ésta es una cosa atribuible a Calderón y no, eso es completamente falso
.
No obstante, el legislador del PRD celebró la entrada en vigor de la ley, pues con esta reglamentación se impedirá que funcionarios públicos perciban salarios más altos que el Presidente de la República.
Dijo que hay que revisar la normatividad que haga falta, para garantizar que no se empiece a violar esta disposición, como es la costumbre en México.
En un comunicado, agregó que la Ley de Salarios Máximos contiene disposiciones de control tanto en el Congreso de la Unión como en las legislaturas estatales, los gobiernos de los estados y los municipales, así como en las dependencias del sector paraestatal.
De esta manera, explicó que cada entidad tendrá que presentar en el proyecto de presupuesto que emita el Ejecutivo, la plantilla de sueldos exactos, es decir, un tabulador preciso, y nadie podrá recibir un sueldo superior a lo que marquen esos indicadores.
Pablo Gómez agregó, por último, que los organismos auditores deberán revisar que las nóminas se paguen de conformidad con la Ley de Salario Máximo.