Experta expone en simposio sobre el tema recomendaciones para desincentivar su consumo
Sábado 22 de agosto de 2009, p. 34
Por impuestos al tabaco México no recauda ni la mitad de lo que invierte en gasto médico para atender las enfermedades asociadas con el tabaco, aseguró Luz Myriam Reynales Shigematsu, jefa del Departamento de Investigación sobre Tabaco del Instituto Nacional de Salud. Al participar en el simposio Tabaquismo en México: ¿cómo evitar 60 mil muertes prematuras?, clausurado ayer en El Colegio Nacional, la especialista sostuvo que, según datos de 2008, nuestro país recauda 24 mil millones de pesos anuales y los costos estimados ese año para atender enfermedades asociadas al tabaco fueron de 45 mil millones de pesos.
En su ponencia, sobre las consecuencias económicas del tabaquismo, la especialista aseguró que esta cifra es conservadora
, porque no considera los costos por la exposición al humo de tabaco de segunda mano (tabaquismo pasivo) ni los costos indirectos por pérdidas de productividad.
Dado el gasto que representa para el Estado el tabaquismo, sostuvo que México debe impulsar una política fiscal saludable porque, además, el aumento de impuestos al tabaco tiene un efecto sobre la disminución del consumo.
Aumentar el precio vía impuesto ha demostrado ser la estrategia más efectiva para reducir el consumo en el país, y que adicionalmente permitiría generar recursos financieros necesarios para apoyar las actividades de prevención de la adicción a la nicotina y tratamiento de las enfermedades atribuidas al tabaco
.
Agregó que si en México se incrementara 10 por ciento el impuesto al tabaco, su consumo disminuiría cinco por ciento, especialmente entre los jóvenes y la población con menos recursos.
Por su parte, Justino Regalado Pineda, jefe del Departamento de Investigación en Tabaquismo del Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias, dio a conocer algunos tratamientos farmacológicos que existen para tratar la adicción a la nicotina, como medicamentos o parches, y recomendó que cualquier tratamiento debe ser prescrito por profesionales de la salud.
Señaló que de los aproximadamente 14 millones de fumadores que existen en México, 85 por ciento no tienen adicción a la nicotina, por lo que los programas de rehabilitación van más enfocados a este sector de la población, porque para el 15 por ciento que sufre una adicción severa, es muy difícil que abandone el consumo.
Las personas que consumen entre siete y 10 cigarrillos diarios pueden dejar de fumar con estrategias de control, sin embargo, los que consumen más de 20 cigarrillos diarios requieren de tratamiento farmacológico.
En su turno, Luis Solís Rojas, director nacional de Tratamiento y Rehabilitación de los Centros de Integración Juvenil, dijo que la promoción de la salud y prevención del tabaquismo deben estar dirigidos a la comunidad, la escuela y la familia.
Indicó que un niño que es hijo de un fumador tiene siete veces más posibilidades de consumir tabaco que otro que no pertenece a una familia fumadora.
Aseguró que el éxito de los programas de prevención no depende únicamente de las políticas públicas, sino del cambio de los estilos de vida. Sin embargo, pueden mejorarse incorporando más investigación.