Grupo islamita se atribuye la explosión en hidroeléctrica rusa
Sábado 22 de agosto de 2009, p. 21
Moscú, 21 de agosto. La mermada guerrilla separatista, que de un tiempo para acá encontró un aliado en los grupos islamitas radicales del Cáucaso del norte, introdujo hoy una nueva forma de atentado, hasta ahora inédita en Chechenia: los ataques suicidas simultáneos en bicicleta, con granadas de mano.
Las agencias noticiosas rusas reportaron, desde Grozny, la capital de Chechenia, cinco explosiones casi a la misma hora, detonadas por ciclistas en diferentes zonas de la ciudad.
Horas más tarde, las autoridades chechenas confirmaron sólo dos atentados, en los cuales murieron, aparte de los atacantes inmolados, cuatro policías. Varios civiles resultaron heridos.
Por otro lado, un grupo de islamitas radicales autodenominado Batallón de Mártires, que dice supeditarse a Dokku Umarov, el líder de los separatistas chechenos, se atribuyó hoy, mediante un comunicado en Internet, el reciente atentado suicida en la sede de la policía en Nazrán, Ingushetia.
El mismo grupo asegura que inició una guerra económica
contra Rusia y afirma, sin aportar ninguna evidencia, que logró poner una granada antitanque con temporizador
en la sala de turbinas de la hidroeléctrica de Sayano-Shushenskaya, en Siberia, explosión que se cobró 75 vidas.
Un vocero del Kremlin insistió en que en la hidroeléctrica se produjo un lamentable accidente y calificó de estupidez
la reivindicación chechena.
Entretanto, el Servicio Federal de Seguridad de Rusia continúa interrogando a los ocho presuntos piratas que, según la versión gubernamental, secuestraron el carguero Arctic Sea y a los 11 miembros de su tripulación que ayer fueron trasladados a Moscú desde Cabo Verde, sin que hasta ahora haya trascendido nada que permita esclarecer el velo de misterio que rodea este caso.
Los detenidos, en voz de su abogado, se declararon inocentes
. Dijeron ser ecologistas pacíficos
que abordaron sin armas el buque mercante cuando su lancha sufrió una avería. Exigen ser extraditados y juzgados por una corte del país escandinavo, en cuyas aguas territoriales ocurrió lo que llaman el incidente
Rusia desestimó esta explicación y defiende que, conforme al derecho marítimo, la liberación del carguero tuvo lugar en aguas neutrales y, por tanto, el país que realizó dicha acción debe juzgar a los presuntos piratas.
En todo caso, un portavoz de la procuraduría ruso adelantó que hay indicios suficientes y que se están reuniendo pruebas para fincar responsabilidad penal como secuestradores marítimos a Yevgueni Mironov, Dimitri Barteniov, Igor Borisov, Vitali Lepin, Aleksei Gusiev, Andrei Luniov, Aleksei Andriushin y Dimitri Savinof, todos ellos de origen ruso pero con pasaportes de otros países y con antecedentes penales.