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El crecimiento del empleo dependerá de la mejora global, afirma el banco central

BdeM: severa, la caída económica; ya se ve recuperación: Hacienda

Descartan analistas del sector privado que las finanzas se vayan a reponer de manera rápida; afecta alta dependencia del exterior

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Guillermo Ortiz Martínez, gobernador del Banco de México, y Agustín Carstens, titular de la SHCP, en imágenes de archivoFoto Cristina Rodríguez
 
Periódico La Jornada
Sábado 22 de agosto de 2009, p. 24

El Banco de México (BdeM) calificó este viernes de sumamente severa la caída de la economía mexicana en el primer semestre del año, y advirtió que la reversión del desempleo causada por la crisis –que ha arrojado a la calle a 730 mil personas– probablemente será paulatina y dependerá de la recuperación global.

Como se anticipaba, el banco central dejó en 4.5 por ciento la tasa de referencia, primera vez que no hace modificaciones en siete meses.

Mientras tanto, analistas privados consideraron que no se debe esperar una recuperación rápida de la actividad económica. El crecimiento podría continuar afectado por la escasa capacidad productiva del sector petrolero, indicó Ricardo Aguilar Abe, de Invex Grupo Financiero.

En México la contracción de la actividad económica durante el primer semestre ha sido sumamente severa, aseguró ayer el banco central en su comunicado mensual sobre política monetaria. A ello ha contribuido que nuestra economía es altamente dependiente del exterior y vinculada sobre todo a Estados Unidos, especialmente en sectores severamente afectados en ese país. No obstante lo anterior, se espera un mejor desempeño en el segundo semestre, mencionó.

La economía mexicana tuvo una contracción de 10.3 por ciento en el segundo trimestre del año, caída sin precedente en 75 años, informó el jueves el Instituto Nacional de Estadística y Geografía. Con ese resultado, en el primer semestre la disminución en el valor de la economía fue de 9.2 por ciento.

El BdeM aseguró ayer que, aun cuando espera un mejor desempeño de la economía en el segundo semestre, “la recuperación del empleo y la masa salarial –el monto de sueldos y salarios pagados– posiblemente será paulatina y dependerá en buena medida del vigor relativo de la recuperación global”.

Respecto del comportamiento de los precios, el banco central expresó que la inflación, medida a tasa anual, ha continuado descendiendo, conforme a lo previsto en sus proyecciones. En el caso particular de las mercancías, el precio promedio continuó aumentando en los primeros meses del año, impulsado probablemente por la depreciación del tipo de cambio. Sin embargo, desde mayo se ha iniciado una tendencia descendente.

Hacia adelante se espera que la inflación se ajuste a las previsiones mencionadas y que hacia finales de año esté cerca de 4 por ciento, consideró.

En el comunicado, el BdeM informó que su junta de gobierno decidió extender la pausa monetaria y mantener la tasa de referencia, que había disminuido cada mes desde febrero pasado, en 4.50 por ciento.

La decisión de mantener la pausa monetaria constituye una postura muy prudente del banco central, que se reserva el margen de actuación en función de la llegada de nueva información, comentó Liliana Castilleja, analista de BBVA Bancomer.

Consolidación, en 2010, asegura Carstens

Miroslava Breach Velducea Corresponsal

Chihuahua, Chih., 21 de agosto. El titular de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), Agustín Carstens, aseguró que la economía mexicana ha entrado en una senda de crecimiento y la recuperación se consolidará en 2010. Atribuyó el desplome de 10.3 por ciento de las actividades productivas en el país durante el segundo trimestre de este año a la reciente emergencia epidemiológica.

El jueves el Inegi reportó que la economía mexicana se despeñó 10.3 por ciento en términos anuales en el segundo trimestre de 2009, caída del producto interno bruto (PIB) sin precedente en 75 años. Con ese derrumbe la economía alcanzó una dimensión similar a la que tuvo en el cuarto trimestre de 2004 y se perfila hacia un nuevo sexenio de crecimiento cero.

Al respecto, explicó: “si vemos las cifras trimestrales sin anualizarlas –porque la caída de 10.3 (por ciento) fue anualizada–, si vemos nada más la variación de trimestre con trimestre, es decir, junio contra marzo, la caída del PIB fue únicamente de 1.2 por ciento en un periodo en el cual tuvimos la incidencia de la epidemia del virus A/H1N1. Entonces, yo diría que en ausencia de esa epidemia habríamos tenido un crecimiento positivo”.

Insistió en que la crisis se agudizó por el impacto negativo que tuvo la influenza y las medidas de emergencia adoptadas por el país, coyuntura que de no haberse dado reflejaría una realidad económica distinta.

Sin embargo, el secretario de Hacienda consideró que en 2010 habrá recuperación. De hecho, ya estamos viendo una recuperación económica. La cifra del indicador global de actividad económica en junio, que también fue reportada el jueves, la variación mensual, ya está prácticamente en cero, y también todavía reflejando los resabios de esa epidemia”.

Tras clausurar aquí la 39 reunión nacional de funcionarios fiscales, Carstens comentó: pienso que a partir de julio, agosto, ya estamos viendo cifras positivas. Eso confirma el hecho de que, por ejemplo, cifras de empleo, exportación y servicios muestran variaciones positivas. Entonces, ya vamos entrando en una senda de crecimiento.

Esto, apuntó, se va a reforzar en 2010, en la medida en que se vaya consolidando la recuperación de la economía internacional y empiecen a surtir efecto las diferentes medidas que ha tomado y va a tomar el gobierno federal para estimular la economía, que seguramente también estará reforzada por las medidas que adopten los estados.

Por otro lado, al hablar sobre el recorte presupuestal, indicó que envió un escrito a la Cámara de Diputados, en el cual le informa sobre los ajustes que tendrá el gasto para contener el déficit presupuestario. Expresó que los recortes no afectarán las áreas de seguridad y salud. Tampoco, abundó, el Seguro Popular, que ha quedado protegido.

Explicó que los ajustes en materia presupuestal corresponden en 80 por ciento a gasto corriente, administración y operativo, así como a subsidios que no están asociados con los beneficios directos que recibe la población marginada. Sólo 20 por ciento de los ajustes afectarán el gasto en infraestructura, resaltó.