El Cuarteto Latinoamericano interpretará serie integral del compositor brasileño
Sábado 22 de agosto de 2009, p. 6
Para festejar el legado musical del compositor brasileño Heitor Villa-Lobos en su 50 aniversario luctuoso, el Cuarteto Latinoamericano ofrece a partir de este fin de semana y hasta el 30 de agosto un ciclo en el que interpretará todos los cuartetos de cuerda creados por ese autor.
La serie de recitales comienza hoy a las 18 horas en la sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes y después continuará los domingos 23 y 30 a las 17 horas, el viernes 28 a las 19 y el sábado 29 a las 18 horas en el mismo recinto.
Con más de mil 500 obras en su haber, Villa-Lobos (1887-1959) es una de las grandes figuras en la música de América Latina y una de las más conocidas fuera del continente. Además, llegó a tener gran reconocimiento en vida y un intercambio muy fructífero con músicos de otros países
, afirma Arón Bitrán, violinista del Cuarteto Latinoamericano, en entrevista con La Jornada.
Este ciclo de cuartetos, que Villa-Lobos compuso a lo largo de su vida, es uno de los más importantes de la música en todo el siglo XX. Nosotros lo ponemos a la par de los de Bartok, Shostakovich o cualquier otro gran autor
, señaló.
Los 17 cuartetos del artista brasileño, explicó Bitrán, pueden dividirse en tres etapas: la primera abarca de 1915 a 1936, y en ella sus partituras tienen un clarísimo sabor brasileiro, ya que él se encontraba estudiando las vastísimas músicas existentes en Brasil, e incorporando muchos de esos ritmos, temáticas y tonalidades
.
Sus cuartetos 7, 8 y 9, por el contrario, fueron compuestos durante la Segunda Guerra Mundial; son obras muy densas y oscuras, pero también muy sofisticadas y largas, tal vez las de mayor peso en este ciclo
.
Mucho material sin grabar
Por último, su etapa tardía tiene de nuevo un sello más ligero, de estilo neoclásico, mucho más divertidas y con algo más de brasileirismo
de sus inicios.
A sabiendas de que no todo el público podría asistir a la serie completa de recitales, la agrupación incluirá una obra de cada etapa en todos los conciertos para que los espectadores tengan un panorama integral de la historia de Villa-Lobos.
“En todos los casos, se trata de un compositor genial, con riqueza rítmica, con personalidad muy definida, con mucha originalidad, con una vocación melódica, con saudade y con un conocimiento fantástico de los instrumentos de cuerda. Son obras realmente muy entretenidas”, define Arón Bitrán.
Además de la importancia que tiene Villa-Lobos per se, este ciclo es también una oportunidad de reflexionar sobre la gran calidad con que se cultivó la música de los cuartetos de cuerdas en América Latina a partir de él.
“Me llama mucho la atención que los grupos de Europa y Estados Unidos graben poquísimas veces al compositor. Parecen decir: ‘¿Villa-Lobos? Ah, está simpático’. En mi opinión, no logran captar la profundidad de esta música, persiste todavía mucho eurocentrismo”, considera el violinista.
Otro factor que obstaculiza una valoración adecuada del autor, de manera paradójica, es el surgimiento de otro latinoamericano: el argentino Astor Piazzolla, quien de cierta manera eclipsó a Villa-Lobos y a otros grandes músicos de la región, como Silvestre Revueltas y José Ginastera.
El brasileño es, en suma, un músico que se interpreta mucho menos de lo que se debiera
, a causa también de la dificultad y complejidad de sus obras.
La parte más amplia de su catálogo sigue durmiendo; inclusive hay todavía mucho material sin grabar. Nosotros tardamos años en conseguir sus partituras completas.