Sábado 22 de agosto de 2009, p. 2
Debido al fenómeno de El Niño, este año se ha presentado un déficit de lluvias en el país, sobre todo en la ciudad de México, de entre 60 y 70 por ciento, lo que ha provocado sequías y falta de agua, aseguró Víctor Magaña, investigador del Centro de Ciencias de la Atmósfera (CCA) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
En entrevista, Magaña señaló que de junio a la fecha no ha llovido ni la mitad
de lo que comúnmente llueve durante el verano. Sin embargo, acotó que la principal causa de la escasez de agua no es la sequía, sino la falta de planeación de las autoridades federales y de la capital, pues El Niño más reciente se presentó entre 1997 y 1998.
Este fenómeno ocurre cuando la parte este del océano Pacífico tropical, cerca de Perú y Ecuador, se calienta más de lo habitual, lo cual provoca que los patrones de circulación de la atmósfera se alteren y cambie el clima, aunque no de forma caótica; también causa el cizallamiento –variación del viento con la altura–, lo que inhibe la formación de sistemas de tormentas en el Atlántico.
Vulnerables desde cualquier ángulo
Da pena decirlo, pero desde entonces no se ha hecho prácticamente nada. No tenemos sistemas de preparación, respuesta o emergencia ante esas condiciones y, aun cuando se han presentado propuestas concretas, en 2009 vuelve a pegarnos con los mismos efectos que hace 10 años,
señaló.
El también coordinador del Programa Transversal de Cambio y Variabilidad Climáticos del CCA sostuvo que México cerrará 2009 con déficit de lluvias, pues entre junio y agosto hemos andado por el 30 y 40 por ciento
de las precipitaciones pluviales que se esperan, pues normalmente en esta época caen en el Valle de México cerca de 150 milímetros de lluvia, y ahora no llegamos ni a 70
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Subrayó que los impactos negativos de este fenómeno, como la escasez de agua, no sólo son resultado de la sequía, sino también al desperdicio del líquido de la ciudadanía, pero, sobre todo, se deben a la falta de planeación del gobierno
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