l 6 de marzo de este año publiqué en La Jornada un artículo titulado: Fox, ¿ahora, escuela para políticos? Hoy le informo que el fin de semana pasado se graduó la primera generación del máster en prácticas políticas en el Centro Fox (¿prácticas o mañas?). En la clausura, los futuros gobernantes, quienes salen con una preparación de cinco meses (¡Dios nos ampare!), fueron despedidos por el Fox de siempre; el ranchero inepto y bribón descrito hace dos semanas por Carlos Fuentes. Recordará que en esa ocasión Fox, ofendido y con faltas de ortografía, increpó a Fuentes exigiéndole que tuviera honestidad intelectual (¡miren quién habla!). ¿Dónde está la bribonería?, preguntó (de la ineptitud no dijo ni pío: le sacó al bulto). Fuentes le contestó como se merecía, con un acertijo literario: “uso bribón en la primera acepción del Diccionario de la Real Academia: “haragán”. No insulto: defino”.

Como es sabido, en las grandes universidades se estila que el decano despida a los jóvenes graduados con un discurso optimista para que emprendan su futuro ejercicio profesional. Fox, afectado de protagonismo incurable, no iba a ser la excepción. Así que les dio a los futuros funcionarios públicos (imagínese lo que nos espera) una fórmula infalible para analizar los problemas nacionales: vigilar la convergencia de los astros. ¡Ahí está el origen de la crisis económica de México! (Reforma, 16/8/09, recordó a sus lectores que, liberados del yugo eclesiástico, Vicente y Marta declararon en Hola!, en 2008, que esperaban la conjunción de las estrellas y los astros para casarse de nuevo por la Iglesia. El diario aludió también al libro de Olga Wornat, en el que la periodista argentina aseguró que un vidente de Monterrey visitaba Los Pinos semanalmente, para augurarle a Marta un futuro de gloria. ¿Ésta es la pareja que nos gobernó el sexenio pasado?) Pero el ranchero, rodeado de jóvenes admiradores en su biblioteca presidencial, fue más allá. Convertido en chamán ahuyentando los malos espíritus adquirió un tono mucho más técnico: aclaró que en el caso de la crisis económica la convergencia de astros era en sentido negativo, de vibras negativas.

Previamente les había recomendado a los alcaldes panistas, en el mismo Centro Fox, no quedarse aplastadotes en sus oficinas y salir a buscar inversiones (El Universal, 16/8/09). Antes había dicho que no asistió al consejo del PAN porque estaba en el rancho engendrando vacas (¡ay, güey!). ¿Éste es el Pico de Oro que increpó a Carlos Fuentes?

Pero ningún analista político (incluyendo al presente) podría criticar los comentarios cabalísticos de Fox con el ingenio, frescura y libertad que lo hicieron algunos lectores de los periódicos que publicaron la noticia. Un lector de Reforma le dijo: Chente, no manches, ¿de veras eres tan bruto? Así ni cómo defenderte. Cállate el hocico. ¡Eres una bestia! Otro, sospechando que Marta, quien lo acompañó en la ceremonia, era quizá la autora de tan descabellada teoría sobre la crisis económica, le recomendó: mejor dedícate a sacarle la tierra del ombligo a la señora Martucha, en vez de andar diciendo estupideces. Un lector de El Universal en el Distrito Federal resumió en un párrafo el triste recorrido de Fox desde que asumió la Presidencia: “este adivinador vivió seis años en Los Pinos, tiró a la basura la oportunidad de la transición, hizo un emporio a la sombra del poder, entronizó la impunidad y además, por encima de todo, nos receta sus pendejadas”.

Pero su mensaje a los jóvenes graduados no se limitó únicamente a estupideces. También hizo comentarios serios, aunque llenos de confusión, como de alguien que oye ruidos en la azotea y no sabe si son ladrones o ratas (que para el caso que nos ocupa es igual). Un lector de Milenio (16/8/09) le aclaró la confusión: Así es: la constelación del Buey se conjuntó con la del Burro, y nació Fox. Luego la constelación de la Víbora se alineó con la de la Rata y nacieron los gusanos Bribiesca; todas estas constelaciones llevaron al país al borde de la quiebra. Pero volviendo a los comentarios serios, Fox afirmó que nuestra crisis se debe en menor medida, claro está, a la dependencia económica de Estados Unidos, creador e impulsor de la crisis. (¿Conocerá el significado de los verbos crear e impulsar?) Después vendría la verborrea, que es la especialidad de la casa. A México le tocó bailar con la más fea; nos tocó dar una batalla frontal, ética, moral, frente al crimen organizado, la violencia y la droga (¿nos tocó, kemo sabe?)

Como dije en mi artículo anterior en La Jornada, la imagen de Fox manipulado no es ninguna novedad. Basta comparar al sencillo ranchero de Guanajuato antes y después de la boda, antes y después de las joyas, los vestidos de firma y las aspiraciones presidenciales de Marta.

En ese mismo espacio les recomendé a los estudiantes del Centro Fox que mejor se matricularan en la licenciatura para Payasos que ofrece la Universidad Mesoamericana de Puebla. Quedarían mejor preparados para triunfar en el insólito mundo de la política nacional.

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