Washington, 20 de agosto. El gobierno de Estados Unidos suspenderá el 24 de agosto su plan de ayudas para comprar automóviles, conocido como efectivo por chatarra, porque el presupuesto de 3 mil millones de dólares para el programa se está agotando, un mes después de que se lanzó.

El plan, que ofrece hasta 4 mil 500 dólares a las personas que cambian autos viejos de mucho consumo por vehículos eficientes en el uso de energía, se cerrará el lunes próximo. La ayuda ha dado un enorme impulso temporal tanto al atribulado sector automotor como a la economía estadunidense.

El secretario de Transporte, Ray Lahood, indicó que el programa rebasó todas las expectativas, conforme los consumidores acudían a las distribuidoras de vehículos en busca de autos nuevos. En un principio, la intención era extender el programa hasta septiembre.

Con dos terceras partes de los fondos aprobados, ya se habían documentado más de 450 mil ventas de autos nuevos, lo que provocó que armadoras como General Motors reanudaran la contratación de personal para abastecer la demanda. Asimismo, Ford anunció que aumentará su producción por la escasez de algunos de sus modelos.

No obstante, la naturaleza temporal de las ayudas suscita preocupaciones de que sólo adelantó ventas de meses posteriores, y el temor a que los despachos vuelvan a hundirse.