Con la estrepitosa caída del producto interno bruto (PIB) de 10.3 por ciento en el segundo trimestre del año, prácticamente está perdido el primer trienio de la administración del presidente Felipe Calderón, afirmó José Luis Calva, integrante del Instituto de Investigaciones Económicas (IIE) de la UNAM.

En entrevista con La Jornada, el especialista aseguró que en el segundo semestre de 2009 el PIB no va a mostrar recuperación y continuará cayendo, para acumular un desplome de entre 8 y 8.5 por ciento este año.

El escenario negro para la población permanece con caída en el salario, el empleo, el crédito y una situación en la que no hay esperanza de una reversión pronta de la recesión.

José Luis Calva, investigador titular y coordinador del Departamento de Análisis Macroeconómico Prospectivo y de Coyuntura del IIE, explicó que hay un incremento en los precios de los productos de la canasta básica por arriba de la inflación y, en consecuencia, una pérdida en el poder adquisitivo. Con estos resultados en el primer trienio de la administración de Calderón se tiene una caída de la economía de 3 por ciento en promedio.

Factores de depresión

Lo más preocupante es que no solamente se consolida la perspectiva de que en la economía mexicana se pierdan más de 800 mil empleos en el sector formal, sino también se observa un incremento de los precios de la canasta básica a un ritmo mayor que la inflación y, en consecuencia, una pérdida del poder adquisitivo.

Tenemos dos factores que continuarán deprimiendo la demanda interna agregada: caída de la masa salarial, por la reducción en el poder adquisitivo de los salarios y por menor empleo o mayor desempleo y también una continua reducción del crédito al consumo. Esto nos da un escenario de una recesión que se nos prolonga el resto de 2009 y hacia 2010.

En este contexto, agregó, en vez de que el gobierno aplique programas contracíclicos de política económica, la Secretaría de Hacienda ha anunciado el recorte de 50 mil millones de pesos en el gasto público federal, que le va a pegar precisamente al segundo semestre de 2009, y esto significa que la recesión se va a ahondar posiblemente más allá de las predicciones de los organismos internaciones como la OCDE, que ha estimado un retroceso de 8 por ciento en la economía mexicana para 2009.

El recorte, añadió, afecta en gran medida la inversión física, de manera que a mediano plazo no se van a realizar obras de infraestructura, además de que se harán recortes en el combate a la pobreza, educación y salud.

En tanto, Luis Arturo Flores Sánchez, economista senior del grupo financiero Ixe, reveló que con cifras desestacionalizadas el PIB reportó un descenso trimestral de 1.12 por ciento, menor al resultado previo. Señaló que el efecto de la influenza, así como la severa recesión global, influyeron en la grave contracción que sufre México. Las caídas del tercer y cuarto trimestres serían más leves, completando una contracción económica de 7.4 por ciento para todo 2009.

Mientras tanto, el investigador del Departamento de Economía del Tecnológico de Monterrey, José Luis de la Cruz, también consideró que es la cifra más crítica registrada y refleja un mayor deterioro en los dos principales componentes de la economía, las manufacturas y la construcción, a pesar de los programas gubernamentales anticrisis.

Observa Coparmex claroscuros en la conducción de la economía nacional

Erika Duarte

La Confederación de Cámaras Industriales (Concamin) señaló que la caída de 10.3 por ciento del producto interno bruto (PIB) entre abril y junio es la mayor contracción trimestral de nuestra historia económica reciente, representa el más profundo retroceso en América Latina y constituye una de las mayores caídas a escala mundial.

Por separado, Ricardo González Sada, presidente de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), dijo que se espera una difícil segunda mitad del año, pero con menores niveles de caída, y consideró que hay claroscuros la conducción de la economía, porque si bien se anunciaron programas para enfrentar la crisis, no se aplicaron de manera inmediata, y a ello se suma el suberjercicio presupuestal.

La Concamin apuntó que el desempeño de la economía y la industria –que en el segundo trimestre también se desplomó 11.5 por ciento con respecto al mismo periodo del año anterior– se explica fundamentalmente por la severa contracción de la demanda externa y del mercado interno, que empujó a la baja la actividad económica, cuya tendencia recesiva de principios del año se acentuó en mayo y junio debido a la influenza, y fue en la industria y los servicios donde más se resintió el impacto recesivo.

Confió en que el nivel de caída, que alcanzó dos dígitos, se convierta en el piso de la recesión. Para ello recomendó ser especialmente cuidadosos en el manejo de las finanzas públicas en lo que resta del año, para evitar que los recortes presupuestales acentúen el deterioro de la economía y que para 2010 el presupuesto de egresos e ingresos actúe como lastre de la reactivación económica. En el texto Reacción institucional, la Concamin señaló que corresponde a los poderes Ejecutivo y Legislativo consensuar las herramientas que habrán de impulsar la recuperación y evitar que la política fiscal del próximo año desincentive la inversión productiva, la actividad económica y el empleo.

Por su parte, González Sada dijo que los datos del Inegi van en línea con lo que había adelantado el secretario de Hacienda, en el sentido que la situación iba a estar complicada en el segundo trimestre. “Anticipamos que el ritmo de caída sea menor, porque hay ‘destellos’ de que la situación debería empezar a tocar fondo”, expresó el líder patronal, y apremió a una ejecución más ágil de los recursos para enfrentar la crisis.