La economía mexicana se despeñó 10.3 por ciento en términos anuales en el segundo trimestre de 2009, una caída del producto interno bruto (PIB) sin precedente en 75 años, informó el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).

Con este derrumbe, la economía mexicana alcanzó una dimensión similar a la que tuvo en el cuarto trimestre de 2004, y se perfila hacia un nuevo sexenio de crecimiento cero. A precios constantes de 2003, el valor total de la producción nacional de bienes y servicios generada en un año fue de 8 billones 125 mil 591 millones en el segundo trimestre de 2009, lo que implicó un retroceso de cuatro años y medio, pero con 4 millones más de habitantes de los existentes al término de 2004.

El valor del producto interno bruto hace cuatro años y medio fue de 8 billones 128 mil 442 millones de pesos constantes de 2003, cuando la población nacional era de 103 millones 364 mil 441 habitantes. Ahora la población es de 107 millones 433 mil 499 personas, según las estimaciones demográficas del Inegi.

Con este resultado, la economía mexicana resintió un desplome anual de 9.2 por ciento durante el primer semestre del año, en el marco de una tendencia que podría anular la totalidad de los incrementos del PIB total observados en los dos primeros años de esta administración, en el caso de que se cumpla la expectativa de un decrecimiento económico de 7.5 por ciento para todo 2009, como estiman el Banco de México y la mayor parte de los analistas y consultores del sector privado nacional y extranjero.

El Inegi explicó que el desplome del PIB global en el segundo trimestre del año se derivó del desempeño negativo de las actividades industriales y las de servicios, que en conjunto aportan más de 95 por ciento del valor total de la producción nacional; mientras el sector agropecuario reportó un incremento de 1.1 por ciento en el valor de su producción, comparado con la del segundo trimestre de 2008.

Las actividades industriales, o secundarias, registraron un hundimiento anual de 11.5 por ciento en el valor de su producción en el segundo cuarto del año, debido a que tres de sus cuatro componentes mostraron severas caídas; en particular el de la industria manufacturera, que aporta 52 por ciento del PIB industrial, la cual registró una reducción anual de 16.4 por ciento, en el marco de resultados negativos en los 21 subsectores que la integran.

La industria de la construcción cayó 9.2 por ciento; la generación de electricidad, agua y suministro de gas por ductos bajó 1.4; mientras la minería tuvo un crecimiento marginal de 0.2 por ciento.

Las actividades de servicios, o terciarias, tuvieron un retroceso anual de 10.4 por ciento. El comercio tuvo un decremento de 20.9 por ciento; los servicios educativos tuvieron un derrumbe de 17.3 por ciento; los de hotelería y preparación de alimentos y bebidas se desplomaron 17.2 por ciento; mientras los de transportes, correos y almacenamiento se hundieron 13.7 por ciento.

En contraste, el valor de la producción de los servicios de salud y de asistencia social tuvo un incremento anual de 4.1 por ciento, compatible con las medidas adoptadas para contener el brote de influenza A/H1N1. Los servicios de información en medios masivos avanzaron 2.5 por ciento.

Las actividades agropecuarias, silvícolas y pesqueras, agrupadas como sector primario de la economía, registraron un incremento anual de 1.1 por ciento en el segundo trimestre, asociado al desempeño positivo de la agricultura, reportó el Inegi.

Al primer semestre del año, la recesión de la economía mexicana se expresó así: el producto interno bruto total se despeñó 9.2 por ciento; el de las actividades industriales se hundió 10.7, el de los servicios 9 por ciento y el agropecuario reportó un aumento de 1.3 por ciento en el valor de su producción, comparado con el alcanzado en la primera mitad de 2008.

PIB de junio a la baja

El indicador global de la actividad económica (IGAE) reportó una contracción anual de 8.1 por ciento de la economía en junio, con la cual confirmó la validez de este instrumento mensual para determinar la tendencia o dirección del PIB global a corto plazo.

Según el IGAE, la economía mexicana registró una contracción de 10.4 por ciento en el segundo trimestre del año, comparada con la dimensión que tuvo en el mismo periodo de 2008. Un resultado que sólo difirió en una décima de punto porcentual del dado a conocer para el PIB del segundo cuarto de 2009, el cual se elabora con una metodología totalmente distinta y más pormenorizada.

El indicador global reportó para cada uno de los meses del segundo trimestre los siguientes resultados, en términos anuales: en abril reportó una caída de la economía de 12.20 por ciento; en mayo otra de 10.98 y en junio reciente una más de 8.08 por ciento.

El IGAE disminuyó en junio, precisó el Inegi, a causa de la baja en dos de los tres grandes grupos de actividades que lo componen: las actividades industriales cayeron 10.6 por ciento respecto de la posición que tuvo este indicador en el mismo mes del año pasado, y las de los servicios se despeñaron 7.6 por ciento, también en términos anuales. El sector agropecuario, en contraste, registró un incremento de 3.1 por ciento.

Durante el sexto mes del año, indicó, los subsectores de la industria manufacturera con descensos más profundos en su producción fueron: la fabricación de equipo de transporte; extracción de petróleo y gas; industria metálicas básicas; edificación; equipo de computación, comunicación, medición y de otros equipos, componentes y accesorios electrónicos; productos metálicos; maquinaria y equipo; productos a base de minerales no metálicos; equipo de generación eléctrica y aparatos y accesorios eléctricos, y fabricación de prendas de vestir, entre otras.