Jorge Madrazo Cuéllar, ex procurador general de la República, afirmó que valdría la pena volver a hacer una investigación sobre Acteal, Chiapas, donde 45 indígenas fueron masacrados en diciembre de 1997.

Tras señalar que él nunca ordenó que se fabricaran pruebas o testimonios, el también ex presidente de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, expresó que sería necesario que se esclareciera qué ocurrió con las 124 órdenes de aprehensión que se libraron en aquel entonces, ya que no sólo se ejercitó acción penal contra los 20 presuntos autores materiales que fueron dejados en libertad en días pasados por la Suprema Corte de Justicia.

En entrevista radiofónica, Madrazo Cuéllar declaró que aún no conoce la resolución de la Suprema Corte, y se comprometió a analizar con ex colaboradores el asunto para luego dar una opinión de la decisión del máximo tribunal.

Dijo que “como procurador jamás instruí, orienté, admití a sabiendas o toleré que se obtuvieran pruebas de una manera ilícita como se ha mencionado por los medios de comunicación, a partir de lo se dice fue expresado por cuatro ministros de la primera sala de la Suprema Corte.

Al ser cuestionado si está convencido de que los que fueron indiciados y después condenados a cumplir penas de cárcel eran las personas que tenían que estar en prisión, Jorge Madrazo señaló: 124 personas fueron consignadas por la PGR con o sin detenido, porque no son sólo estas personas que actualmente han obtenido la libertad otorgada por la Corte, sino 124 que valdría la pena conocer cuál es su situación jurídica.

Enfatizó que “lo que hicimos fue tener acreditados los elementos de tipo penal y la presunta responsabilidad, que es lo que la Constitución le exige al Ministerio Público. Y lo hicimos en condiciones profundamente hostiles.

Las instrucciones que yo di al Ministerio Público y a la policía fue proceder con legalidad, con rapidez, con eficacia y sin que las acciones de la PGR generaran más hechos de violencia, porque lo que queríamos a toda costa era impedir que nuestra acción, en lugar de resolver las cosas, pudiera incendiar todavía más esa zona del país tan castigada por tantos años.