Montevideo, 14 de agosto. El presidente Felipe Calderón consideró impensable aplicar la propuesta de usar el dinero de los fondos de pensiones para reforzar el gasto del gobierno federal o de las entidades.

Un día después de que el jefe de Gobierno del Distrito Federal, Marcelo Ebrard, propuso al gobierno federal que destine recursos ociosos para enfrentar la crisis económica, el michoacano rechazó recurrir a los recursos ahorrados por los trabajadores.

En relación con sugerencias hechas también en la Conferencia Nacional de Gobernadores (Conago), explicó que para mantener la salud de las finanzas públicas y no poner en riesgo la estabilidad económica del país, los fondos reservados para pensiones tienen que ser utilizados para los servidores públicos.

Es un derecho y sería impensable quitar el dinero a los trabajadores en retiro para dárselo al gasto del gobierno federal o de las entidades de la República, aseveró tras reunirse con el presidente de Uruguay, Tabaré Vázquez, en el edificio Independencia en esta ciudad.

Argumentó que al inicio de su mandato enfrentó una enorme brecha actuarial pero, afortunadamente –dijo–, la reforma al régimen de pensiones, de tradicionales al de cuentas individuales, significó un ahorro de 30 por ciento en el producto interno bruto al valor presente neto y evitó la quiebra de las finanzas públicas.

Al preguntarle por segunda ocasión en su gira por Sudamérica si el paquete presupuestal que presentará al Congreso de la Unión incluye el gravar con IVA alimentos y medicinas, explicó que aún no se ha detallado el contenido de esta propuesta.

Sin embargo, planteó que para aumentar la recaudación de ingresos públicos, su gobierno también examina cuáles son las opciones que verdaderamente tienen posibilidad de lograr consenso en una Cámara de Diputados o en un Senado integrado de manera plural y sin mayoría.

Reiteró que el próximo año no habrá suficientes recursos, pero señaló que debe quedar claro al pueblo de México que el primer sacrificio lo hará mi propio gobierno.

En conferencia de prensa, Calderón insistió que este año su administración ha tomado medidas de austeridad y reducido los gastos corriente, de operación, administrativo y de comunicación, así como programas no prioritarios, lo que se consolidará en 2010.

La tercera opción planteada por el michoacano consiste en solicitar autorización al Congreso de la Unión para un déficit público, dado que hasta ahora las finanza públicas se han podido mantener en equilibrio.

Lo más sensato –añadió– es lograr una combinación de las tres cosas: reducción de gasto público, ampliación de los ingresos de las finanzas públicas y un déficit que pueda reducirse en el tiempo para recuperar el equilibrio.

Aseguró que la meta de su administración es enfrentar esta enorme restricción presupuestaria para 2010 con la menor afectación posible para los ciudadanos, para los contribuyentes y para los mexicanos que menos tienen.

Prometió que mantendrá los programas sociales orientados a la población más pobre, y citó a su homólogo uruguayo al decir que los más marginados son los que deben tener mayores privilegios.