El espectáculo de luz y sonido iniciado hace 30 años en Teotihuacán y Uxmal fracasó y sólo heredó cavidades, basura y abandono de equipo, manifestó el arquitecto Sergio Zaldívar Guerra, quien se ha distinguido durante años por defender el patrimonio histórico-cultural.

Zaldívar fue reconocido la noche del jueves en el Museo Nacional de Antropología con el Premio Federico Sescosse, que recibió en el contexto de la toma de protesta de Olga Orive Bellinger como nueva titular del Comité Nacional Mexicano del Consejo Internacional de Monumentos y Sitios (Icomos), instancia ligada a la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).

El galardonado incomodó con su discurso, cuando aseguró: El espectáculo de luz y sonido en Uxmal y Teotihuacán fracasó hace 30 años y en ambos casos, tubos, cavidades, taladros, registros y preparación dañaron al ser abandonados y convertidos en basura; es una lección para aprender.

Abordado con posterioridad, Zaldívar –quien fue el encargado de la restauración en la Catedral Metropolitana– refrendó su disgusto por los show multimedia: La idea de iluminar es como convertir en escenas de cabaret el patrimonio y las ruinas.

Además, no veo con claridad qué beneficio tiene el patrimonio real al usarlo como telón de teatro.

Hace 30 años iban los sábados por la noche a Teotihuacán camiones de turistas a ver la iluminación que acabaron abandonándola y tirándola toda; que lo vuelvan a repetir me parece insólito.

A manera de ejemplo, Zaldívar Guerra explicó que luz y sonido sería viable pero en el Centro Histórico. Porque ahí si se enseña el patrimonio y sí lo observa la gente de la ciudad; pero a Teotihuacán quién va por la noche y las personas llegan en carro ya no vuelven a regresar.

Gustavo Araoz, director de Icomos Internacional, descartó pronunciarse sobre el caso Teotihuacán y expresó: Sólo soy el presidente de Icomos y eso no quiere decir que conozca todos los detalles del trabajo que hacemos de patrimonio mundial donde se encuentran registrados más de 800 sitios inscritos y debemos darles seguimiento.

–¿Hay problemas en la zona arqueológica de Teotihuacán?

–Hay problemas, pero no es uno que haya surgido en mi mesa.

Por su parte Olga Orive, quien hace meses –en la vicepresidencia de Icomos– había dicho que no se pondría en marcha un Disneylandia en Teotihuacán, dijo en esta ocasión que existen otros aspectos del patrimonio que requieren de mayor atención, como la arquitectura vernácula.

A principios de este año, la experta se refirió al sentido de autenticidad inherente a los monumentos arqueológicos y, en el caso de las pirámides la mimetización que se planeó para cubrir las luminarias y estructuras de metal nada tiene que ver con lo dispuesto en la declaratoria de Patrimonio de la Humanidad.

–Durante su gestión, ¿cuáles serán las acciones en la Ciudad de los Dioses?

–No es únicamente Teotihuacán. Ya hemos manejado nuestra posición respecto del tema, pero lo que es importante es que a partir de algún roce que tuvimos por este sitio, el acercamiento con el Instituto Nacional de Antropología e Historia y todo el trabajo que se va a plantear en un futuro ha sido magnífico y se ha instalado una mesa de trabajo para revisar estas situaciones y sólo Teotihuacán.

Al respecto, ya no se mencionaron las altenativas planteadas a principios de 2009, donde se hablaba de la creación de un parque temático –en sustitución del show en el sitio– que se podría abrir cerca de Teotihuacán con réplicas de los monumentos para que fueran iluminados con tecnología de vanguardia, hologramas y juegos de luces.

A la toma de posición de Olga Orive asistieron el nuevo comité, además de representantes de la UNESCO México, Amalia García, gobernadora de Zacatecas y Alfonso de Maria y Campos, director general del INAH, entre otros especialistas.

Al final de la larga ceremonia, donde Javier Villalobos cedió la estafeta de Icomos México a Orive Bellinger, ninguna voz se refirió a Teotihuacán, salvo la de Sergio Zaldívar y una mujer que, entre el público, gritó: “No a Resplandor teotihuacano”.