Se estrenó en Los Talleres la coreografía (D) Efecto, con la compañía Nemian
Estamos inmersos en un mercantilismo y consumismo despiadados
, deplora Isabel Beteta
Sábado 15 de agosto de 2009, p. 3
La persona forma parte de los cambios en el mundo y nunca ha sido sólo un observador, ya que de manera inconsciente o por necesidad ha modificado la naturaleza, pero sus acciones han tenido un efecto en el mundo, sostiene la bailarina y coreógrafa Isabel Beteta.
Con base en tal premisa surgió la coreografía (D) Efecto, que Beteta estrenó anoche con la compañía Nemian Danza Contemporánea, en el foro del Centro Cultural Los Talleres.
El montaje refleja la forma en que el hombre se interrelaciona en la vida, cómo construye vínculos, con resultados de sus acciones –buenas o malas– que tienen efectos sobre sus semejantes. Este mecanismo de forma de vida se repite diariamente, porque el hombre hace lo que quiere sin medir las consecuencias que sus actos conllevan.
El mercantilismo y consumismo despiadados ha provocado el egoísmo en los hombres y todos estamos inmersos en un mundo donde con dinero cualquier cosas se puede vender o destruir para conseguir riqueza
, afirma la coreógrafa.
Nada en la vida es casual
Según Isabel Beteta, directora de Nemian, lo que acontece en un determinado lugar, sucede en grande en otro espacio porque nada en la vida es casual.
La obra (D) Efecto está basada en los libros El efecto mariposa y La teoría del caos, pues en ambos textos se cuestiona qué tanto de lo que sucede es casualidad o tiene causalidades en el universo.
En entrevista, Beteta manifestó que en la vida “no importa lo que hagas o dejes de hacer, pues todo tiene un efecto; las interrelaciones generan los cambios y dentro de este caos producido por el hombre, llega a existir un orden.
El depredador más grande de la naturaleza es el hombre: destruye todo y no siempre nos damos cuenta. Esto a veces sucede por una necesidad, pues sabes que no es la mejor opción pero lo necesitas. No hay manera de ser observador en la vida, todos somos parte, te guste o no, estamos en medio de una maraña de situaciones.
La propuesta coreográfica tiene como eje temático las consecuencias de los actos de las personas, cómo afecta lo que decimos o callamos en la vida cotidiana de los demás.
Para reflejar que a toda acción corresponde una reacción, Beteta utiliza resortes para determinar los movimientos de los bailarines y con ello representar las consecuencias de las acciones.
En algunos momentos de la obra, el espectador tiene la percepción de que todos los bailarines son manipulados o entre ellos mismos se enredan.
Beteta invita a reflexionar sobre qué impulsa al hombre a comportarse de determinada manera y por qué esas acciones nadie las puede juzgar.
“Los resortes son valores abstractos y los movimientos de los bailarines expresan algo de ellos.
“No hay juicios en la vida, sufrimos o disfrutamos, pero no juzgamos qué está bien o mal; la realidad es así, suceden miles de situaciones y nadie dice nada.
Todo tiene una causa y un efecto y aún si lo entiendes no juzgas y sabes por qué sucede y le das una interpretación a los hechos buenos o malos. Sin embargo, hay situaciones definitivamente negativas: la violación no tiene perdón
, ataja la coreógrafa.
En la coreografía (D) Efecto participan los bailarines Rosario Verea, Javier Amado, Eustorgio Guzmán, Mónica Alducín, María de Jesús Bautista y Arturo Bello.
La música es de Alejandro Velasco y la iluminación de Liliana Rivapalacio.
La temporada de la compañía Nemian, que terminará el 30 de agosto, incluye también la reposición de El jardín de las delicias, creada por Isabel Beteta, así como Hombres, los diversos perfumes de la vida, del italiano Andrea Cagnetti, y Beyond Borders, del coreógrafo canadiense Allen Kaeja, que se presentarán en el Centro Cultural Los Talleres (calle Francisco Sosa número 29, Coyoacán).