Los Juegos Panamericanos, la presa Arcediano y el Macrobús son algunos de los proyectos que están en riesgo por el recorte de 5 mil millones de pesos a las participaciones federales de Jalisco, aseguró el panista Jorge Salinas Osornio, presidente de la Comisión de Hacienda del Congreso local.

La ampliación del Macrobús (sistema de transporte metropolitano), señaló, depende de que se reciban fondos de la Federación, mientras para los Panamericanos faltan todavía 150 millones y el embalse también quedaría fuera de agenda, declaró el legislador.

Sin embargo, el secretario general de Gobierno, Fernando Guzmán Pérez Peláez, calculó la reducción presupuestal en unos 2 mil 700 millones de pesos y dijo que el gobierno estatal sigue trabajando para tener una lectura precisa de sus implicaciones.

Según el funcionario, la situación es crítica en 25 municipios, pero no todos los alcaldes tomaron previsiones. Mientras, el tesorero de Guadalajara, Armando González Cantú, informó que el ayuntamiento tendrá una merma de 80 millones de pesos, por lo que redujo el gasto de seguridad pública.

En Aguascalientes, el gobernador panista Luis Armando Reynoso Femat anticipó que al estado se le recortarán 700 millones de pesos, lo que obligará a cancelar varios proyectos, entre ellos el tren ligero anunciado en la gestión de Felipe González (1998-2004). También está en riesgo la construcción del hospital Hidalgo y la conclusión del centro de convenciones.

El síndico procurador de la capital del estado, Félix Reyna, informó que se despidió a 80 burócratas, pero la cifra podría aumentar a 200 este año.

Mientras, el gobierno de Baja California Sur y los ayuntamientos de La Paz y Los Cabos iniciaron programas de austeridad y pedirán créditos por 684 millones de pesos para realizar obras.

El gobernador Narciso Agúndez Montaño dijo que en el primer semestre la Federación recortó a Baja California Sur 267 millones de pesos y este año la reducción podría llegar a 500 millones, por lo que se solicitará un crédito de 370 millones de pesos a la banca comercial. El resto de la deuda la contraerán los ayuntamientos de Los Cabos y La Paz.

En Cancún, el gobernador Félix González Canto dijo que Quintana Roo no está en bancarrota, pero atraviesa una situación verdaderamente crítica, pues hay un desplome presupuestal de 40 por ciento, que repercute más en los municipios, algunos de los cuales han despedido personal y recortado salarios.

Este miércoles debe haber alguna señal del gobierno federal para dar apoyo extraordinario a estados y municipios. Todas las instancias trabajaban para multiplicar los 12 mil millones del Fondo de Emergencias, pero son insuficientes, refirió.

Efrén Marrufo Martín, secretario de Hacienda estatal, dijo confiar en que la disminución de 2009 sume 572 millones y que el presupuesto quede en 5 mil 58 millones de pesos.

En Guanajuato, el gobierno panista de San Miguel de Allende heredará al ayuntamiento electo una deuda de 50 millones de pesos con la banca comercial, además de una serie de problemas financieros derivados de una mala presupuestación, informó el regidor perredista Rosario Licea Perales.

Desde hace más de un mes la administración entró en crisis: no tiene dinero para la nómina y debe al menos siete millones de pesos a proveedores. El 15 de julio el tesorero Eduardo Soria Cruz ordenó suspender las compras para garantizar las prestaciones laborales.

Mientras, el cabildo de Celaya recortó 15 millones de pesos a seguridad pública, pero aumentó en 2.5 millones la partida para liquidar a funcionarios de primer nivel.

En Nayarit, el gobernador Ney González Sánchez dijo que las participaciones han caído 33 por ciento. La mayor parte de los recursos federales, reconoció, se usan para pagar sueldos a la burocracia estatal.

Mauricio Ferrer, Claudio Bañuelos, Raymundo León, Agustín Galo Samario, Carlos García y Jesús Narváez Robles