Elementos del EMP le impiden hablar con reporteros
Viernes 7 de agosto de 2009, p. 8
El presidente Felipe Calderón ya no se despidió personalmente de su homólogo de Honduras, Manuel Zelaya, aun cuando tuvo oportunidad de hacerlo al arribar al hangar presidencial unos ocho minutos antes de que su invitado llegara a ese lugar para abordar el avión que lo llevó de regreso a Nicaragua.
Antes de salir de la ciudad de México, Zelaya tuvo un incidente con elementos del Estado Mayor Presidencial (EMP), quienes le impidieron hacer declaraciones a los representantes de la prensa.
Cuando el hondureño se acercó a la puerta del salón de protocolo del hangar para hablar con los reporteros que retornaban de la gira que Calderón realizó por Tamaulipas, un elemento del EMP cerró la puerta.
En su intento por conversar con los reporteros, el mandatario hondureño se acercó a otra puerta que conecta con la sala de prensa e intentó abrirla, pero no tuvo éxito. Entonces hizo señas y dijo algo para que le permitieran el paso, pero ninguno de los militares accedió a abrirla.
Entonces Zelaya optó por utilizar su teléfono celular y después posó para que le tomaran fotografías con sus colaboradores, entre los que estaba la embajadora de Honduras en México, Rosalinda Bueso. También se encontraba ahí el embajador de México en Honduras, Tarsicio Navarrete.
Como no se logró el contacto con Zelaya, el ministro de la presidencia de Honduras, Enrique Flores, explicó que el mandatario tenía que participar en los actos oficiales que prepararon para su despedida, que forman parte del protocolo
.
Antes de abordar el avión que le prestó el gobierno de Venezuela, Flores señaló que se iban muy satisfechos con la visita, ya que en México se repudió el golpe militar y los gobiernos federal y del Distrito Federal, así como los partidos políticos y organizaciones civiles, brindaron apoyo unánime y cálido a su presidente.
Explicó que varios mandatarios ofrecieron prestar un avión a Zelaya, entre los cuales mencionó al propio Calderón; Óscar Arias, de Costa Rica, y Luiz Inácio Lula da Silva, de Brasil.
Flores resaltó que en su estadía en el país no gastaron ni un peso mexicano
, ya que el pueblo, por conducto del gobierno, les brindó seguridad, alojamiento y alimentación.
Proveniente de la ciudad de Reynosa, Calderón arribó después de las 16 horas al hangar presidencial y de inmediato abordó un helicóptero para dirigirse a la residencia oficial de Los Pinos. Minutos después llegó Zelaya pero, a diferencia de las épocas en que sus antecesores aprovechaban alguna coincidencia para despedir a sus invitados, esta vez no ocurrió así.
Manuel Zelaya, finalmente, partió de México a las 16:45 horas con destino a Managua.