El grupo CaboSanRoque regresa al país para presentar un show inclasificable, onírico
Viernes 7 de agosto de 2009, p. a10
Una lavadora es la piedra angular del espectáculo. Los músicos se irán desvistiendo y pondrán la ropa a lavar; si alguien del público gusta, también le puede entrar. No se preocupe, será lavado en seco.
El espectáculo “cambia en función de lo que nos dan y de la ropa y de los malos rollos que tienen y que nosotros les limpiamos”, contó Laia Torrents, integrante de CaboSanRoque, agrupación catalana que crea sus instrumentos, y que este fin de semana, en Casa del Lago, culminará una serie de presentaciones en México.
“La lavadora tiene la función de lavar la ropa, no sólo de suciedad. La utilizamos para limpiarla de malos rollos, de malos sentimientos, de excesos de euforia, o de tristeza; nos sirve para lavar, en un sentido muy amplio de la palabra, todo lo que acontece en el concierto”, dijo Alberto Mezquiriz, de CaboSanRoque.
“Esta vez, a diferencia de la pasada (estuvieron en Casa del Lago en 2006), sabemos qué significa un domingo en el Bosque de Chapultepec.
“El domingo que tocamos en aquella ocasión fue una pasada, una brutalidad... antes de tocar nos dimos una vuelta, vimos que estaban todas las familias pasando el domingo, y estar aquí, ser una atracción más de un sitio así de grande, de bonito, es fabuloso. Que nos inviten a tocar aquí es ideal”, dijo Ramón Garriga, del grupo catalán, entrevistado mientras tomaban el sol, sentados en la escalinata trasera de Casa del Lago, y miraban las lanchitas navegar en el lago.
Ya llevaron el espectáculo a varios países europeos, y esta es la primera vez que la lavadora da el salto del Atlántico
.
En México, por temas de electricidad, la lavadora gira mucho más rápido
que en Europa, dijo Roger Aixut. Esto nos obliga a cambiar un poco las canciones.
La lavadora lleva acoplada una máquina, un mecanismo parecido a una caja de música, pero en grande, como una pianola. La lavadora dirige esta otra máquina y sus mecanismos que tocan unos instrumentos
, siguió Aixut, de CaboSanRoque (www.cabosanroque.com/)
Intentamos transportar pedacitos del local donde ensayamos y de nuestro taller para transmitir nuestra forma de entender la música y de componer conjuntamente
, explicó Garriga.
Fuera de cualquier género
El resultado es una música inclasificable, sin letra. Onírica
, como describió Mezquiriz. La lavadora y la máquina hacen la base de las canciones y los músicos acompañamos a la lavadora. Tocamos desde instrumentos convencionales hasta los fabricados por Roger, como un contrabajo de tres cuerdas, un piano hecho a partir de una mesita de noche, un trombón hecho con tubos de plástico y una campana de un gramófono.
El taller en Barcelona es casi un museo de los instrumentos hechos por Roger en los nueve años que llevamos juntos
, siguió Mezquiriz.
Sacaron una edición de colección: Música a máquina, con tapa de hierro y un libro de 60 páginas.
Este fin de semana, en Casa del Lago, quizá se presenten de sorpresa algunos músicos mexicanos... quizá una violinista y un trompetista.
Transportar una lavadora tiene lo suyo. Lo más difícil fue convencer a los agentes de aduana de que se trataba de un instrumento musical.
A pesar de su colaboración, buscaban en sus libros de leyes el artículo en el que se podían apoyar para dejar pasar la lavadora
, contó Ramón Garriga.
Música a máquina: concierto para autómatas y orquesta dirigidos por una lavadora se presentará el sábado 8 a las 16 horas y el domingo 9 a las 13 horas en Casa del Lago Juan José Arreola. Antiguo Bosque de Chapultepec, Primera Sección. Entrada libre.