Martes 4 de agosto de 2009, p. 15
Reporteros de Chilpancingo y Acapulco, Guerrero, marcharon por esas ciudades para demandar el esclarecimiento del asesinato del periodista radiofónico Juan Daniel Martínez Gil, que el caso sea atraído por la Procuraduría General de la República (PGR) y para exigir al gobierno del estado respeto a la libertad de expresión.
Un grupo de comunicadores recorrió las principales calles de Chilpancingo para exigir justicia y castigo a los responsables del homicidio de Martínez Gil, conductor del noticiario de Radio W Guerrero, cuyo cuerpo fue encontrado en Acapulco el pasado 28 de julio con huellas de tortura y semienterrado.
Los manifestantes llegaron al palacio de gobierno, donde efectuaron un mitin y recibieron la solidaridad de los integrantes de Amnistía Internacional, quienes en esos momentos sostenían una reunión con funcionarios.
En su discurso, el dirigente de la sección 17 del Sindicato Nacional de Redactores de Prensa, Pedro Arzeta, enumeró las agresiones que durante los años recientes han padecido trabajadores de los medios de comunicación de la entidad por parte de gobiernos estatales priístas y el actual encabezado por Zeferino Torreblanca.
Señaló que además del asesinato de Martínez Gil, en la misma semana hubo actos represivos contra integrantes del gremio. El periodista Guillermo Cassani Calva fue despedido por directivos de la emisora La Guerrera, en represalia porque en el noticiario radiofónico que conduce difundió un reportaje sobre violaciones de derechos humanos por parte de militares.
En el puerto de Acapulco, unas 50 personas, entre periodistas y amigos de Juan Daniel Martínez Gil, marcharon para exigir una investigación seria del crimen del periodista radiofónico.
En su recorrido, pararon frente a la Agencia Central del Ministerio Público, donde José Luis Zurita Brito, agente de esa instancia del fuero común que lleva las pesquisas, dijo a los manifestantes que se siguen varias líneas de investigación, pero no precisó ninguna.
En tanto, al menos 46 periodistas han muerto este año mientras realizaban su trabajo en 21 países, siendo Somalia y México los lugares más peligrosos para los reporteros, según el International News Safety Institute.
La situación en México es grave, con al menos tres muertes confirmadas y tres más bajo investigación
, dijo la organización.
Señaló, además, que en los primeros siete meses del año pasado habían fallecido un total de 11 comunicadores.