Los Ángeles, 1º de agosto. Puede que la subasta sea el sueño de cualquier coleccionista: decenas de alienígenas utilizados en series de ciencia-ficción, expedientes X, un tubo criogénico de Austin Powers, uno de los enormes taladros que manejaron Bruce Willis y Ben Affleck en Armageddon y hasta una nave espacial de un episodio de Twilight Zone (La cuarta dimensión), de 1959.

Pero para la industria cinematográfica, la puesta a la venta de miles de artículos usados en sus filmaciones en la empresa, víctima de los duros tiempos hollywoodenses, es un ejemplo más de la situación del sector.

20th Century Props, que esta semana subastará casi mil artículos valorados en cerca de ocho millones de dólares, no es ni mucho menos la única empresa en apuros. Por todo Los Ángeles, pequeñas y grandes compañías luchan por mantenerse a flote pese al descenso del número de películas y el drástico recorte de los presupuestos.

Estamos preocupados por nuestras pérdidas

Según un informe publicado en julio por FilmLA Inc., que ayuda a las productoras a organizar los rodajes en la capital del cine, la filmación de exteriores en Los Ángeles cayó 24.5 por ciento en la primera mitad de 2009, frente a los datos del año anterior.

Los largometrajes de ficción, que copan los mayores presupuestos, descendieron un 52.5 por ciento. Estamos profundamente preocupados por nuestras pérdidas a largo plazo en la producción comercial y de largometrajes, dijo el presidente de FilmLA, Paul Adley.

Para empresas como 20th Century Props, la desaparición de los espectáculos televisados con guión en pro de los realities ha empeorado aún más la situación.

El propietario de la compañía, Hervay Schwartz, señaló que sus ingresos se desplomaron un 30 por ciento en 2008 y este año el declive era de un 50 por ciento cuando decidió cerrar.

Me quedé sin dinero hace tres meses y no sé que más hacer, dijo. Es aterrador. He empleado toda mi vida en algo que se ha acabado.

Pero no sólo la recesión es la culpable del hundimiento de la industria fílmica en la ciudad. De hecho, las cifras de taquilla aumentaron 12 por ciento en lo que va del año, pues la gente busca en el cine una vía de escape ante la cruda realidad económica.

El problema de Hollywood es que otras regiones estadunidenses están compitiendo de forma más agresiva en el sector y de la producción, ofreciendo atractivos incentivos fiscales y rembolsos en efectivo para los productores dispuestos a filmar fuera de California.

Mayores estímulos fiscales

La cuota de largometrajes de ficción estadunidenses producidos en este estado descendió 31 por ciento en 2008, frente al 66 por ciento que poseía en 2003, según cifras de la Comisión de Cine de California. Unos datos que reflejan la caída de Los Ángeles, donde la actividad cinematográfica en 2008 se cifró en casi la mitad de lo que fue en 1996, cuando alcanzó su cima.

Desde Louisiana a Nuevo México o desde Georgia a Illinois, más de 30 estados estadunidenses ofrecen créditos y rebajas fiscales destinados a atraer la producción cinematográfica al otro lado de las fronteras californianas.

El estado de la meca del cine decidió actuar la semana pasada y ofreció un paquete de 67.5 millones de dólares en incentivos fiscales, pero para muchos es demasiado poco o demasiado tarde teniendo en cuenta que se trata de una de las industrias más importantes de California.

Los Ángeles está a punto de perder una buena parte de sus empresas, como sucedió con la industria aeroespacial a principios de los 90, dijo Jack Kyse, director económico de la asesoría de desarrollo económico del condado.

Es una situación realmente cruda, dijo la maquilladora Leslie Kenny, de 29 años, quien como muchos otros profesionales del sector se ha visto obligada a trabajar de camarera para llegar a fin de mes. Tengo amigos actores, editores, escenógrafos (...) Están desesperados, me piden empleo.