Camboya oriental, foco rojo de la enfermedad, también conocida como paludismo
Los afectados que son tratados con artemisinina, hasta ahora considerada cura milagrosa, tardan 84 horas en lugar de 48 en eliminar el parásito causante del mal, según la OMS
Viernes 31 de julio de 2009, p. 2
Camboya oriental se ha vuelto el foco rojo de una nueva forma de malaria resistente a los fármacos, la cual amenaza con derribar las defensas frontales del mundo contra la enfermedad, también conocida como paludismo.
Científicos de la región han documentado una alarmante propagación de la malaria que resiste a la droga artemisinina, la cual hasta ahora se consideraba una cura milagrosa porque actúa con rapidez, produce pocos efectos secundarios y tiene una efectividad de casi ciento por ciento.
El tratamiento, derivado de un antiguo remedio herbal chino, apenas la década pasada llegó a ser el tratamiento preferido contra ese mal. Es la droga de elección para atender una infección parasitaria que causa la muerte de un millón de personas cada año.
Sin embargo, un estudio ha descubierto que los pacientes de malaria en la provincia de Pailin, en Camboya oriental, tardan mucho más de lo normal en recuperarse, y que en una proporción significativa no logran librarse del parásito, señaló Arjen Dondorp, quien dirige el estudio de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Comparativo con Tailandia
La investigación, primer análisis detallado de la resistencia a la artemisinina en el campo, comparó el tiempo que llevaba a 40 pacientes de Camboya con un grupo equivalente en la vecina Tailandia.
Nuestro estudio sugiere que los parásitos de la malaria en Camboya son menos susceptibles a la artemisinina que los de Tailandia. Eso significa que lleva más tiempo eliminarlos
, comentó el doctor Dondorp.
La artemisinina debería acabar con ellos en una etapa temprana e impedirles madurar y reproducirse. Cuando la acción de la droga se dificulta, se complica erradicar los parásitos del organismo
, añadió.
La artemisinina, que se administra comúnmente en el fármaco artesunato, derivaba originalmente del ajenjo dulce o chino (Artemisa annua), que en la medicina china se ha usado durante siglos con el nombre de qinghaosu.
Su uso antipalúdico se redescubrió en la década de 1970, y los chinos la entregaron al régimen del Khmer Rojo en Cambodia, donde se emplea desde entonces. De hecho, allá es posible comprar artemisinina a vendedores callejeros, sin que haya control sobre su uso, lo cual probablemente ha contribuido al desarrollo de cepas resistentes en la provincia de Pailin, alguna vez famosa por sus piedras preciosas y sus densos bosques.
No vemos una resistencia de ciento por ciento, pero el parásito es mucho menos susceptible a la artemisinina de lo que estamos acostumbrados. Si se usa en combinación con otras drogas todavía cura la malaria, pero tarda más días
, indicó el doctor Dondorp, quien reporta sus hallazgos en la edición más reciente de The New England Journal of Medicine.
Es una tendencia muy preocupante porque en vez de poder eliminar el parásito en 48 horas ahora se lleva unas 84. Este retraso significa que en algunos pacientes el parásito no se erradica por completo, y los pocos que quedan crecen y reaparecen semanas después.
Se estima que en el epicentro del brote en Pailin hay unas 250 mil personas infectadas de malaria y que más de la mitad podrían tener la variedad resistente del parásito. También podrían tenerlo entre 10 y 20 por ciento de los pacientes de fuera de la zona del epicentro, consideró el doctor Dondorp.
La OMS, cuyo estudio fue financiado en parte por el fondo privado británico Wellcome Trust, ha comenzado a contener la propagación del parásito resistente a las droga proporcionando a las familias camboyanas mosquiteros para las camas y aplicando pruebas de sangre. También trata a las personas infectadas con una combinación de drogas, con la esperanza de erradicar la enfermedad de la región por completo. Es la primera vez que la OMS intenta evitar que esta forma de malaria se propague al resto del mundo, según un reporte en la revista médica británica The Lancet.
Si los parásitos de la malaria desarrollan resistencia total a los derivados de la artemisinina, durante cinco años o más no habrá nada en existencia que remplace estos compuestos
, advierte el reporte.
© The Independent
Traducción: Jorge Anaya