De los 171 mil millones de pesos que se destinaron a Procampo desde 1994 hasta el año pasado, cerca de 60 por ciento se concentró en 10 por ciento de los 2.7 millones de beneficiarios, la mayoría de ellos agroexportadores del norte del país, por ello diversas organizaciones campesinas han insistido en la actualización de las cuotas a los agricultores.

Durante ese lapso, 543 mil agricultores recibieron en promedio 176 mil 502 pesos cada ciclo agrícola, mientras 80 por ciento, la mayoría productores de temporal, obtuvo 10 mil 608 pesos. Ante esa desigualdad en la entrega de los subsidios, los campesinos organizados exigieron revisión en la entrega de los recursos y la eliminación de ellos a quienes rentaran la tierra.

Los pagos de Procampo motivaron el incremento del valor de la tierra tanto en la venta como en la renta, lo que frenó el proceso de compactación de las unidades de producción, según argumentaron en la exigencia de revisión, la cual quedó asentada en el Acuerdo Nacional para el Campo y que no cumplió el gobierno de Vicente Fox.

Ayer, en un comunicado, la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa) aseguró que hay un equilibrio en la distribución y entrega de los recursos, pues se beneficia a 75 por ciento de los productores de autoconsumo.

Este año se destinaron 16 mil 803 millones de pesos para el cultivo de 14.2 millones de hectáreas; con el Procampo el gobierno federal logra un mayor equilibrio en la distribución y entrega de los recursos, ya que se beneficia a los productores de autoconsumo, que representan 75 por ciento del universo de beneficiados.

Aseguró que los subsidios llegan completos, directos y a tiempo, y 73 de cada 100 beneficiarios ya cuentan con tarjeta bancaria de pago sin costo alguno; además, se está trabajando en la actualización del padrón de beneficiarios.

El pasado 4 de junio, el titular de Sagarpa, Alberto Cárdenas Jiménez, dijo a los corresponsales extranjeros que los principales cambios realizados al Procampo fueron: aumentar el subsidio a mil 300 pesos por hectárea a los productores de temporal que tengan una superficie de cinco hectáreas, y la ayuda por ciclo avícola se limitaba a 100 mil pesos, para avanzar hacia una mejor distribución de los recursos y equidad en el programa, y por ello al menos 5 mil 800 productores podrían ver limitado su ingreso.

Olegario Carrillo Meza, dirigente de la Unión Nacional de Organizaciones Regionales Campesinas Autónomas, sostuvo que desde hace tiempo los campesinos han señalado que los beneficios del programa están concentrándose en los grandes inversionistas agrícolas que rentan las tierras ejidales y privadas, son ellos los que se llevan la mayor parte del recurso.

Pero también los recursos, en términos reales, han disminuido, expuso el dirigente de la Central Independiente de Obreros Agrícolas y Campesinos, Federico Ovalle Vaquera, ya que de 1994 a 2004, se perdieron 10 mil millones de pesos. A partir de 2005 se registró una recuperación, pero es mínima.