El secretario de Finanzas del Gobierno del Distrito Federal, Mario Delgado Carrillo, explicó que el incremento a las tarifas del agua para compensar el incremento que desde 2008 aplicó la Comisión Nacional del Agua (Conagua) y fomentar el uso racional del recurso, se hará de manera gradual y a partir de una estructura tarifaria en la que paguen más quienes consumen más.

El funcionario explicó que a partir de las facultades que otorgó la Asamblea Legislativa del Distrito Federal a la dependencia para reforzar el cobro del suministro, se han aplicado alrededor de 9 mil cortes a usuarios con adeudos.

En entrevista, luego de participar en un foro en la Escuela de Administración Pública del Distrito Federal, detalló que este año prácticamente no hubo incremento en el primer rango, en el que se ubica 48 por ciento de la población con consumos de entre uno y 30 metros cúbicos, y la propuesta que se planteará a los diputados a la Asamblea Legislativa –quienes aprueban las modificaciones al Código Financiero–, que no es un aumento generalizado, estamos hablando de construir una estructura tarifaria que sancione a quien desperdicie el agua, que tiene consumos fuera del promedio de lo que debería consumir una familia.

Por otra parte, el titular del Sistema de Aguas de la Ciudad de México (SACM), Ramón Aguirre Díaz, comentó que la restructuración de las tarifas va a estar orientada a mantener tarifas subsidiadas y muy accesibles a la gente en los consumos básicos.

No obstante, dijo que si una persona ahorra agua y cambia los accesorios hidráulicos en el ámbito doméstico, todo su consumo va a estar dentro de los rangos de la tarifa subsidiada; por lo tanto, sus cuotas se van a mantener bajas y en un costo similar al que tienen ahora.

En cambio, si una persona decide no cambiar su regadera, decide darse baños largos, evidentemente se va a reflejar en su consumo y va a tener que pagar por ello.

En ese sentido, el rector de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) Iztapalapa, Oscar Monroy Hermosillo, advirtió que en el valle de México se pierde cerca de 37 por ciento del agua procedente de los acuíferos por fugas y mal manejo, por lo que la problemática en torno a la escasez del líquido debe convertirse en un asunto público que permita alcanzar un manejo más sustentable.

Subrayó que una inadecuada administración del líquido produce descensos en los niveles de los pozos, la aparición de grietas en la superficie por la extracción de aguas profundas, altos costos energéticos por traslado del recurso y empobrecimiento de otras cuencas.