Ni la lluvia logró dispersar a la gente; 12 personas fueron detenidas
Lunes 27 de julio de 2009, p. 34
La contundente victoria que logró la selección mexicana al derrotar a su similar de Estados Unidos por marcador de cinco goles a cero propició que miles de aficionados acudieran al Ángel de la Independencia a celebrar el triunfo, quienes con cánticos de ¡lero, lero, cinco-cero¡ y ¡el que no brinque es gringo! tapizaron Paseo de la Reforma con banderas y playeras tricolores.
De acuerdo con los asistentes éste era un festejo especial ya que la selección azteca llevaba 10 años de no ganarle a los estadunidenses en su casa, y seis sin coronarse en la Copa de Oro. Fue así que la gente, algunos con el rostro pintado de verde, blanco y rojo y con pancartas en mano en las que se leía a los gringos les ganamos con nuestra receta secreta
, empezaron a llegar poco antes de las cinco de la tarde, en familia, con amigos y hasta con sus mascotas.
Tal es el caso de los ocho integrantes de la familia Aguilar, quienes no se cansaban de cantar, gritar y agitar banderas al mismo tiempo que corrían junto con otros grupo de personas, en la periferia del Ángel de la Independencia, caravana que era encabezada por un grupo de jóvenes que llevaba una réplica del trofeo que recibieron los jugadores mexicanos.
Ya hacía falta un triunfo así de México. Jugaron con mucha energía
, dijo Omar Orozco, mientras que su hijo dijo ser aficionado de Giovanni dos Santos y que no podía creer el triunfo de los jugadores mexicanos.
La lluvia no interrumpió la euforia de la gente; fue hasta después de las ocho de la noche que la zona quedó semivacía.
Por su parte, la Secretaría de Seguridad Pública del Distrito Federal desplegó a casi mil elementos de la policía de proximidad y metropolitana para que resguardaran tanto la escalinata del monumento como la integridad de las personas.
Por la noche, la Secretaría de Seguridad Pública informó que durante los festejos se detuvieron a 12 personas, quienes fueron remitidas ante oficinas del Ministerio Público por alterar el orden, vender latas de espuma y consumir bebidas embriagantes en la vía pública.