El Instituto Federal Electoral (IFE) se propone realizar un análisis del voto por primera ocasión, para el cual el presidente de la Comisión de Capacitación y Organización Electoral del organismo, Marco Baños, plantea estudiar hasta 39 mil casillas.

Esa cifra corresponde a 30 por ciento de las mesas receptoras del voto instaladas el 5 de julio, y se acerca al nivel de 41 mil paquetes abiertos en los consejos distritales durante el recuento de sufragios emitidos en esa fecha.

El análisis –que se someterá a consideración del Consejo General del IFE el mes entrante–, si se concreta, será histórico y representará un viraje en las formas para la revisión de votos, las cuales eran rígidas hasta antes de la reforma de 2007.

En la polémica y cerrada contienda presidencial de 2006, el IFE autorizó el recuento de apenas unas 3 mil casillas, y el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación eligió una muestra de 11 mil, aun cuando la diferencia entre Andrés Manuel López Obrador y Felipe Calderón era de menos de un punto porcentual.

El consejero Baños afirmó que con la apertura de paquetes en los distritos electorales se confirmó que los errores en la valoración de los sufragios fue mínima: menos de uno por ciento.

Es decir, se contaron bien las boletas, de acuerdo con la preferencia del elector, y también las que resultaron nulas debido a que el ciudadano las marcó mal (posiblemente ante la existencia de coaliciones electorales), así como cuando se invalidaron de manera intencional (en señal de protesta).

Lo anterior se pudo constatar con la apertura realizada el 8 de julio, en el contexto de los conteos oficiales y el recuento de las papeletas de más de 40 mil casillas en todo el país.

Sin embargo, advirtió, es necesario pensar en una modificación legislativa que ofrezca todas las previsiones necesarias para un recuento amplio de votos en los comicios de 2012, cuando serán electos no sólo diputados, sino también senadores y presidente de la República.

Lo que me preocupa es que el recuento de ese año no podría realizarse, por su magnitud, en tres días; se requiere modificar los tiempos y las formas para su realización, advirtió.

Con el análisis en ciernes (el cual quedará a cargo de un comité de expertos) se busca también saber el nivel de calidad en la capacitación de funcionarios de casilla y la forma en que fue llenada la documentación de los resultados.

Además se pretende detallar la forma en que votan los mexicanos (por género, rango de edad, ubicación geográfica) y las eventuales fallas sobre la forma de presentar y procesar el caso de las coaliciones.

Como se ha difundido, se arrojarán resultados acerca del voto nulo o voto blanco, a escala distrital; de ahí que la muestra de casillas a analizar debe ser entre 20 y 30 por ciento del total, comentó el consejero en entrevista.

En los próximos días, la estrategia metodológica será analizada en la Comisión de Capacitación y Organización Electoral y, el mes entrante, sometida a consideración del Consejo General del IFE. La valoración de los votos de miles de casillas no será expedita; las previsiones iniciales indican que los resultados serán presentados en el primer semestre de 2010. Posteriormente serán puestos a consideración de la opinión pública y del Congreso.

La semana próxima, el Consejo General tendrá una sesión ordinaria y otra extraordinaria para conocer los primeros informes de cómo ocurrió la elección del 5 de julio y, además, para someter a consideración diversos proyectos de posibles sanciones a partidos.