La arquidiócesis de México negó que desde el pasado 21 de junio el cardenal Norberto Rivera Carrera se hubiera registrado en la red social Facebook y demandó a los encargados de esa página que supriman un perfil de ese espacio con el nombre del jerarca católico, pues contiene información errónea.

Hugo Valdemar, vocero de la arquidiócesis, precisó que el cardenal no se ha inscrito en ninguna red social ni pretende hacerlo. Agregó que quien en nombre de éste lo haya hecho está usurpando su identidad.

A juzgar por el contenido de la página de Facebook, quien lo hizo, dijo, tiene conocimiento de asuntos del ámbito eclesial y agregó que se solicitó que se retire ese perfil apócrifo lo antes posible .

De acuerdo con el perfil de Facebook, el cardenal tendría registrados 176 amigos, entre ellos al senador panista Federico Döring Casar, muchas mujeres jóvenes y algunos sacerdotes. También se encuentran partidos políticos, entre los cuales aparece el logotipo del PAN y el del extinto Partido Social Demócrata, con el que la arquidiócesos mantuvo algunas diferencias, pues lo acusaba de realizar campañas en contra de los postulados católicos.

El arzobispo primado de México durante la misa dominical del 19 de julio pasadoFoto María Meléndrez Parada

Supuestas filias

En la página se asegura que el cardenal es admirador de figuras públicas o famosos, como Dios y el padre Alberto (Cutié), quien se hizo muy conocido cuando un paparazzi publicó fotografías suyas con una mujer en una playa en actitud amorosa.

La oficina de Comunicación Social del arzobispado de México precisó ayer que alguien con fines perversos y malintencionados ha usurpado su nombre (del cardenal) en Facebook, con la única finalidad de dañar su imagen y golpear a la Iglesia católica.

Llamó a las autoridades correspondientes a que procedan conforme a la ley en los posibles delitos cometidos en contra de esta asociación religiosa y del propio arzobispo primado de México.

Apunta que esta Iglesia, como lo ha dicho Benedicto XVI en reiteradas ocasiones, estará siempre en favor de las comunicaciones sociales y de estas tecnologías que constituyen herramientas útiles para toda la humanidad; sin embargo, condenará el hecho cuando éstas sean utilizadas con fines oscuros que perjudiquen o vayan en contra de la dignidad de una persona.