Propone pasar de una política de dádiva, favor o filantropía
a otra de reconocimiento
Espera que al término de su mandato 90% de los edificios públicos sean accesibles a esta población
Sábado 25 de julio de 2009, p. 33
A la mitad de su mandato y sin presupuesto definido, el presidente Felipe Calderón presentó el Programa Nacional para el Desarrollo de las Personas con Discapacidad, que entre otras metas plantea que en tres años 90 por ciento de los edificios públicos tengan condiciones de acceso para esta población.
La propia residencia de Los Pinos ilustró ayer la falta de infraestructura adecuada para quienes tienen alguna discapacidad, ya que los invitados que llegaron en sillas de ruedas o con muletas debieron ingresar al salón Adolfo López Mateos por una puerta trasera –único lugar con una pequeña rampa para ese fin–, y tras cruzar algunos pasillos.
Al presentar dicho programa, que tendrá vigencia de 2009 hasta 2012, Calderón prometió pasar de una política hacia las personas con discapacidad vista como dádiva, favor o filantropía a una política de reconocimiento de sus derechos humanos
.
Reconoció que en el presente persiste la discriminación hacia las personas con discapacidad, por lo que propuso destruir las barreras
culturales, físicas y estructurales que aún se mantienen dentro de la sociedad y de las instituciones.
Por su parte, Federico Fleischmann Loredo, consejero consultivo del Consejo Nacional para las Personas con Discapacidad, quien utiliza silla de ruedas, dedicó parte de su discurso a narrar recuerdos personales
sobre sus encuentros con el Presidente.
Sin entrar en detalles respecto de las demandas de este sector, contó por ejemplo cuando conoció a Felipe Calderón, a quien recordó como un joven político, entonces de escasos 27 años, quien a esa edad ya era legislador en la Primera Asamblea de Representantes del Distrito Federal y de quien ya se decía que iba a llegar muy lejos. Y vaya que rebasó cualquier expectativa
.
Justificó incluso que ante la urgente e imperativa obligación del gobierno de enfrentar nuevos problemas como la inseguridad pública, la crisis económica y la contingencia epidemiológica por la influenza, sea difícil encontrar la tranquilidad necesaria
para enfrentar otros problemas como la pobreza extrema, el analfabetismo, el desempleo o la falta de equidad e inclusión.
En el plan dado a conocer, el gobierno federal se compromete a cumplir varias metas, entre ellas la de incrementar de 5 mil 375 a 10 mil el número de personas con empleo en condiciones de igualdad y sin discriminación, lo que representa una meta mínima si se considera que habría 9 millones de personas en esta condición, según la Secretaría de Salud.
También se propone elevar en medio grado la escolaridad promedio de las personas con discapacidad, al pasar de 3.8 años a 4.3 grados en 2010, así como incrementar 7 por ciento el número de mexicanos que reciban educación especial, que actualmente asciende a 121 mil 345.
De igual forma ofrece sextuplicar la cantidad de cirugías de cataratas en población adulta, hasta alcanzar 120 mil anuales, y garantizar que se aplique a 80 por ciento de recién nacidos el diagnóstico de hipoacusia o sordera.
Otra meta consiste en que en las agencias del Ministerio Público de las capitales de los estados estén disponibles servicios de interpretación del lenguaje de señas, lo mismo que en hospitales, y en al menos uno de los noticiarios nocturnos transmitidos por televisión.
Para fin de sexenio, ofreció construir un amplio Centro Paralímpico Mexicano –el cual ya existe–, que cumpla con los estándares internacionales, con capacidad para proveer servicios de alimentación y hospedaje para 400 personas.