Simón Bolívar y José Francisco de San Martín se subirán al cuadrilátero de boxeo, en el barrio del Olvido. Los héroes de independencia de América del Sur ahora son dos ex campeones que vuelven del retiro por necesidad. Usamos el boxeo como metáfora para encontrarnos con la historia, contó en entrevista Ignacio Márquez, director de La revancha, obra con la cual culmina hoy el séptimo Festival Internacional de Cabaret y tras la cual habrá fiesta.

Así como los grandes héroes suelen morir en el anonimato y la pobreza, los boxeadores tan idolatrados durante sus días de éxito terminan muriendo en el olvido, siguió Márquez, en entrevista telefónica.

Respecto de si la trama ocurre en el siglo XIX o XXI, Márquez dijo: Depende del espectador. Nunca hablamos de fechas.

Si bien no se habla de fechas, hay un hecho histórico con el que la obra está relacionada: en julio de 1822, Bolívar y San Martín tuvieron un encuentro en Guayaquil para discutir el derrocamiento del virreynato del Alto Perú. Fue una entrevista a puerta cerrada y nadie sabe lo que ocurrió ahí, contó Márquez.

La obra está estructurada como programa boxístico, con comentarista deportivo. Las mujeres que seducen a los boxeadores se llaman Gloria y Libertad, pero siempre quedan en manos de Soledad, dijo Arnaldo Mendoza, el otro actor. Ambos, de la venezolana compañía Teatro del Laberinto, interpretan a seis personajes cada uno, pasando de uno a otro con sólo alterar algún elemento.

Según Márquez, la obra deja que el público saque sus propias interpretaciones. Por ejemplo, si bien estudiar a tus héroes es entender tu realidad, deja que sean los espectadores quienes lleguen a sus conclusiones sobre las lecciones del pasado.

Márquez aclaró que no tiene que ver con el lado político, sino humano. Lo político se toca como consecuencia, pero no causa. El espectáculo no se alinea bajo ninguna ideología, ni oficialista ni opositora (en el contexto venezolano), siguió. De nuevo, cada quien, dependiendo de su posición, sacará sus conclusiones.

La revancha es, sobre todo, un drama humano de estos personajes.

Arnaldo Mendoza enfatizó cómo la figura de los héroes (de todo tipo, artístico, político, etcétera) terminan en una especie de imaginaría. Quedan como un augurio, con ganas de que vuelvan para ver si así mejora la cosa. Los latinoamericanos estamos muy sujetos a la ficción; la imaginería está muy relacionada con la realidad. Hay un realismo mágico que se mueve ahí.

La obra se lleva a cabo en un cuadrilátero y el público se sitúa alrededor de él. La interacción con los espectadores es fundamental: no los subimos al escenario, pero los involucramos de todas las maneras, advirtió Márquez. Propuso reflexionar divirtiéndonos.

La revancha fue creada en 2007. Se ha puesto en escena en Venezuela y Bolivia. En este país harán una gira por comunidades rurales.

Además, hoy a las 22 horas se presentará como parte del “ciclo rapidín”, TinTanic, divertimento escénico en homenaje a Tin Tan, de Leonardo Soqui, músico que participó en varias obras del festival.

Reír y llorar

Así culminan 25 días del festival de cabaret, quizá único en su tipo, en el cual, de distintas maneras, el tema de género estuvo muy presente. Destacó, entre otras, la entrañable obra Como quien oye llover, del argentino Juan Pablo Geretto, en la cual una mujer intenta justificar su condición de amante, luego, un niño rememora su infancia.

El humor lacerante hizo reír y llorar al mismo tiempo a varios en la sala. El extraño efecto final fue como de haber pasado por una curación del alma.

En Bailando con la más fea, Las Reinas Chulas (en esta ocasión dos de las cuatro, Ana Francis Mor y Nora Huerta), interpretaron a unas sui generis promotoras del turismo en México, con una hilarante aparición santa. En Odisea Burbrujas, de DesasTres Cabaret, tres brujas alrededor de un caldero fueron contando, entre conjuros, sobre ser mujer.

La revancha se presentará hoy a las 22:30 horas en el Teatro Bar El Vicio. Madrid 13, Coyoacán. Teléfono: 5659-1139. www.lasreinaschulas.com. Entrada: $200.