Bombazos en ciudades iraquíes dejan más de 15 víctimas mortales
Miércoles 22 de julio de 2009, p. 25
Jost, 21 de julio. Ocho talibanes divididos en dos grupos perpetraron ataques en las orientales ciudades de Gardez y Jalalabad, en los que murieron cinco policías además de los rebeldes, cuando falta un mes para las elecciones presidenciales.
En Gardez, capital de la provincia de Paktia, seis atacantes vestidos con burkas, algunos armados, atacaron tres edificios del gobierno donde mataron a dos policías y tres agentes del servicio de inteligencia, indicó el vocero del gobernador provincial Rohuallah Samoon.
Según la fuente, tres atacantes intentaron ingresar a la oficiana de inteligencia en Gardez pero dos de ellos fueron abatidos. El tercero logró detonar los explosivos que llevaba consigo.
Otros dos fueron ultimados por las fuerzas de seguridad cuando intentaban ingresar a la oficina del gobernador de la provincia. El sexto atacante fue abatido por la policía antes de que lograra detonar su chaleco, señaló Samoon.
Las autoridades locales impusieron por la mañana un toque de queda temporal y ahora tienen el control total de la ciudad
, añadió el jefe de la policía provincial, Azizudin Wardak.
En la misma región, en Jalalabad, capital de la provincia de Nangarhar, la policía abatió a dos atacantes que intentaban entrar al aeropuerto donde funciona una base militar de las fuerzas extranjeras y afganas, indicó el vocero provincial, Ahmad Zia Abdulzai.
El funcionario no dio más información, pero un médico del hospital de la ciudad dijo que el cadáver de un policía fue trasladado a ese lugar.
Ambos ataques fueron reivindicados por los talibanes.
Estos hechos ocurren en un contexto de fuerte repunte de violencia en Afganistán desde la expulsión de los talibanes del poder tras la invasión de Estados Unidos en noviembre de 2001, en respuesta al apoyo brindado a Osama Bin Laden y su red Al Qaeda, después de los ataques contra Washington y Nueva York, el 11 de septiembre de ese año, y ante la perspectiva de las elecciones presidenciales y provinciales del 20 de agosto.
Por otro lado, cuatro soldados estadunidenses murieron el lunes por la explosión de una bomba colocada al borde de una carretera en el este de Afganistán, informó el mando castrense estadunidense en Bagram, la principal base del ejército de Estados Unidos.
Con ello se elevó a 30 el número de militares estadunidenses abatidos en Afganistán en lo que va de julio, por lo que es el mes con mayor número de bajas mortales desde la invasión.
Además, un soldado británico perdió la vida el lunes en el sur de Afganistán, también por la explosión de una bomba en una carretera, informó la cadena BBC.
En total 187 soldados británicos han muerto en la nación asiática desde 2001, cuando Gran Bretaña apoyó la ocupación estadunidense. Sólo en julio han muerto 18 soldados británicos.
En tanto, en Irak, otra nación invadida por Estados Unidos en la región, varias bombas que estallaron en Al Anbar y Bagdad dejaron 16 muertos y decenas de heridos, informaron funcionarios de seguridad.