Artistas de distintas nacionalidades dan muestra de sus aptitudes y habilidades en 17 actos
Miércoles 22 de julio de 2009, p. 9
El retorno a las funciones de antaño, las clásicas, es la oferta que hace el circo Atayde en su actual temporada de verano, que incluye actos de equilibrio a gran altura, malabares, el payaso y la presencia de otros imprescindibles como las fieras salvajes y un domesticado caballo, todo ello presentado por el maestro de ceremonias, un tal Monsieur Loyal.
Una variedad de artistas de la carpa de diversas nacionalidades, que remite a la época de apogeo del circo, ofrece una función de 17 actos de principio a fin; esto es: de la obertura hasta el gran charivari, en el que la compañía entera se concentra en la pista, se va del asombro por lo que ocurre en las alturas a la carcajada arrancada por las frescas ocurrencias de Ary Corazón, versátil payaso mexicano.
Las argentinas Verónica y Natalia, actúan en los aros aéreos, mientras el venzolano Ángel Vivas asombra con su habilidad para manejar las clavas y la rapidez con que lanza, cinco, cuatro y tres sombreros al aire, le caen en la cabeza sin que haya yerro de por medio. Otro paisano suyo, Rafael Ayala, ejecuta actos de funambulismo, es decir sobre un tenso alambre, a 12 metros de altura, camina, anda en bicicleta y recorre el tramo de unos 10 metros de ancho con los ojos tapados.
Julio Flores, entrenador mexicano, trabaja con los tigres blancos y de bengala: ocho grandes felinos, que pasan a través de un aro con fuego o realizan el moonwalk del ahora tan vigente, a pesar de su fallecimiento, Michael Jackson.
Retoma la figura del ring master
Hace un lustro el Atayde suprimió la figura del ring master, la cual retoma en la persona de Elías Ajit, actor, compositor, músico y acróbata, quien encarna al mítico Monsieur Loyal, un personaje, de los circos clásicos franceses, explicó Federico Serrano, publicista del circo.
Ajit se encarga de llevar al espectador no sólo en forma verbal a los actos, sino que participa activamente, como en el cierre, en el que entona una versión en castellano del musical Barnum.
La cuarta generación de la familia propietaria del circo y de la marca comercial, los primos Celeste y Andrés, le pone el toque de modernidad en cuanto a la producción y la coreografía.
Un sexteto de bellezas cariocas realiza el número de los elefantes que, desde febrero pasado, se ve reducido a un trío, pues Clara, de 50 años, que se unió al circo en 1964, cuando sólo contaba con cinco, falleció en Puerto Vallarta. Completar de nueva cuenta el cuarteto está difícil por la legislación vigente y por lo costoso que es adquirir un nuevo ejemplar.
La temporada conmemorativa de los 121 años de la fundación del circo culminará el 30 de agosto y se tendrá una función dedicada a los jóvenes actores circenses en la última semana de presentaciones.
Las funciones son de lunes a sábado a las 17 y 20 horas y domingos a las 12, 16 y 19 horas.
La dirección es Calzada de Tlalpan 855, cerca de la estación del Metro Villa de Cortes.