Aunque se sumaron 6 millones de mexicanos a la pobreza patrimonial y alimentaria en los pasados dos años (con lo que son ya 50.6 millones los que padecen esta situación), el titular de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedeso), Ernesto Cordero Arroyo, señaló que esto no significa que los programas sociales no funcionen: vamos por el camino correcto.

Precisó que se hará una revisión de las acciones, y defendió que en el mundo toda política social ha sufrido un deterioro por la crisis económica internacional.

En conferencia de prensa, luego de que el sábado pasado el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) dio a conocer las cifras de pobreza por ingresos 2008, el funcionario indicó que se prevé que este año sean las clases medias las más afectadas por la crisis económica internacional.

Al preguntársele qué alimentos de la canasta básica son los que adquieren los pobres, no pudo precisar los productos. Es difícil establecer el porcentaje de la canasta básica que adquieren, hay que ver cuáles son los patrones de consumo de los mexicanos, señaló. Recordó que el Coneval –organismo descentralizado que evalúa los programas sociales– estableció que 18 millones de personas carecen de recursos para adquirir los alimentos básicos.

La salida de la pobreza, precisó, depende de la generación de empleo y no de la política social, ya que ésta es para brindar oportunidades a los mexicanos más pobres.

Aseguró que las cifras de pobreza que reveló el Coneval no quieren decir que los programas no funcionen; lo que quiere decir es que las condiciones de pobreza por ingreso dependen, más allá de la política social, de la crisis alimentaria y económica, de la cual apenas estamos saliendo. Es un error, dijo, pensar que hay que experimentar en programas sociales; no hay política social que no haya sufrido un deterioro en alguno de sus índices, aclaró.

Indicó que esta información obliga a reflexionar y apoyar los programas que están dando resultados. Sin embargo, justificó que estos datos de pobreza son parciales, toman en consideración el ingreso, ninguna otra acción, ya sea educativa, de vivienda o salud. Una vez más responsabilizó a la crisis económica: afecta a la población más pobre y la que más lo necesita; esto reflejó el estudio. En 2009 ya empezaron a resentirlo las clases medias; se verá afectada la población que está en la raya de la pobreza patrimonial.

En relación con los recursos de que dispondrán los programas sociales para el próximo año, comentó que hay que ver las condiciones de las finanzas públicas. Habrá que ver la capacidad presupuestal del gobierno federal. Integraremos un presupuesto para mantener los programas como hasta ahora, demandó.

En relación con un vínculo entre pobreza y narcotráfico, sostuvo que hasta ahora “no tenemos elementos que indiquen que haya un riesgo de problema social; no hay evidencias de que el tejido social se haya reblandecido.

“Estamos haciendo –indicó– una reflexión profunda y revisando los programas para saber cuáles son los más efectivos”, pero insistió en que el análisis del Coneval es un indicador del ingreso, no de la política social, no es un reflejo de la realidad, ya que si se observa a largo plazo la tendencia es decreciente. Vamos por el camino correcto, señaló.