Aquí nos tocó jugar: el Tri y las penurias de la Concacaf
omo diría el clásico: aquí nos tocó jugar. Y claro que no es para echar las campanas a vuelo –y menos ante un equipo amateur–, pero el triunfo servirá para dar tranquilidad a un conjunto que no sólo había perdido el futbol, sino también la confianza.
Y para bien de los fanáticos, que no para el de los negociantes encabezados por las televisoras, puede verse alguna luz al final del túnel. Si ante Guadalupe y Haití los triunfos eran obligados, el nivel de este Tri se reflejará ante Costa Rica, un rival siempre complicado.
Rumbo al trascendental duelo ante Estados Unidos, poco a poco surgen algunos aspectos positivos en una escuadra nacional donde Javier Aguirre parece rebasado por su auxiliar Mario Carrillo. Es de destacar que Guillermo Ochoa se ha repuesto de actuaciones inciertas y que Giovani dos Santos parece dejar atrás finalmente el título mundial juvenil de Perú.
Ahí está también un longevo Cuauhtémoc Blanco. Tuvo dos actuaciones destacadas ante Nueva Inglaterra y San José, en que marcó un doblete y dio dos pases de anotación. A pesar de su veteranía, El Temo luce como la carta fuerte para salvarnos del naufragio.
El balón no ha dejado de rodar en diversos frentes, pero este viernes se reanuda el futbol nacional. Y se presentan situaciones similares a los torneos pasados.
El América recurrió otra vez al poder de la cartera, al desembolsar unos 10 millones de dólares. Pero ahora la finalidad no es el título, sino alejarse de los últimos lugares de la tabla de cocientes. Las Águilas suman cuatro torneos sin clasificar a la liguilla, algo humillante no sólo para Emilio Azcárraga Jean, sino para sus millones de seguidores, que siguen fieles a pesar de todo.
Esta ocasión los refuerzos parecen mejor elegidos. Nadie duda de la calidad del zaguero colombiano Aquivaldo Mosquera, aunque habrá que ver su nivel luego de un mal año en Sevilla. Al volante Daniel Montenegro también le sobra talento, pero ha fracasado fuera de su Argentina. Y del brasileño Adolfo Rosinei se hablan buenas cosas en la media cancha.
Sin embargo, como ya se está haciendo costumbre, los buenos jugadores se convierten en malos cuando se ponen la camiseta amarilla, aunque ahora quieran recurrir a la nostalgia del uniforme retro de los años 80.
Pumas tuvo poco tiempo para preparar su pretemporada. El panorama del actual monarca parece complicarse con la goleada 4-0 sufrida ante el Puebla, pero la esencia universitaria se mantiene: seguirá el impulso a las fuerzas básicas, no hizo contrataciones y la continuidad hace pensar en el bicampeonato.
Contrario a lo que sucede con América, en los Pumas los refuerzos de inmediato se ponen la playera. Francisco Palencia ha vestido muchas camisetas, pero la universitaria es con la que más se ha identificado, y esta semana Darío Verón se unió al coro, al expresar que le gustaría retirarse como auriazul. Eso es mística de equipo, algo que pocos pueden presumir.
El Cruz Azul también recurrió al pasado. Enrique Meza tratará de emular lo que hizo en Toluca y Pachuca. Sin embargo, los propios Diablos Rojos le dieron a los Cementeros una dosis de cruda realidad.
La mejor contratación del torneo parece ser la de Santiago Solari para el Atlante. El argentino todavía tiene mucho futbol en los botines, aunque deberá alejarse del ambiente festivo y relajado que implica Cancún.