Managua, 19 de julio. El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, propuso hoy convocar a un referendo para reformar la Constitución de su país, con el objetivo de permitir la relección inmediata en la jefatura del Estado y otros puestos de elección popular.

El madatario hizo su planteamiento frente a miles de nicaragüenses que se congregaron en la Plaza de la Fe, en torno al lago Nicaragua, para celebrar el 30 aniversario del triunfo de la revolución popular sandinista.

Los diputados se religen todo el tiempo, a los alcaldes no los dejan. Si vamos a ser justos y parejos, que el derecho a la relección sea para todos y que el pueblo con su voto premie o castigue. Ese es el principio que tenemos que defender, afirmó Ortega.

Desde 1995, cuando la actual oposición derechista asumió la presidencia, las leyes nicaragüenses sólo permiten la relección en periodos alternos y sólo en una ocasión, por lo que Ortega ya no podría postularse para las siguientes elecciones en 2011, debido a que actualmente se encuentra por segunda vez al frente del país centroamericano, para un periodo de cinco años.

Ortega declaró que en el caso de llamar a un referendo no pasaría lo mismo que en Honduras –donde el presidente Manuel Zelaya fue expulsado del país el día en que se aprestaba a celebrar una consulta popular sobre la posibilidad de convocar a una asamblea constituyente–, porque en Nicaragua no habría represión por parte del ejército y la policía.

Respecto al tema de Honduras, Ortega de nueva cuenta manifestó su apoyo para la restitución de Zelaya, que considera como la única vía para solucionar la crisis que vive el Estado hondureño. Por ello, el nicaragüense se mostró renuente a la participación de las tropas de la Organización de Naciones Unidas, los llamados cascos azules.

En otro tema, el sandinista manifestó su oposición al asentamiento de bases militares estadunidenses en Colombia, ya que las consideró una amenaza para la región latinoamericana, en especial para Venezuela.

Desde temprano comenzó a reunirse la gente para iniciar los festejos de la revolución sandinista. Varias personas portaban mantas en muestra de agradecimiento por los programas sociales impulsados por el gobierno.

Pese al gran número de sandinistas reunidos, fue notoria la ausencia de ciertos ex dirigentes del Frente Sandinista de Liberación Nacional, que participaron en la insurrección contra el dictador Anastasio Samoza en 1979.

Ninguno de los gobernantes que integran la Alianza Bolivariana para las Américas (Alba) pudo asistir a la celebración, pero enviaron representantes.