Formasordas, título del óleo que da nombre a la exposición del pintor Mauricio Sandoval (Aguascalientes, 1960) en la galería Le Laboratoire (Vicente Suárez 69-2, colonia Condesa), se refiere a la sensación de cuando se regresa de una crisis epiléptica, estado en el que no sentía bien lo que estaba pasando.

En Formasordas predomina el azul cobalto, como metáfora de la crisis epiléptica, que es una descarga eléctrica entre dos polos de la cabeza; es lo que te convulsiona, explica Sandoval, quien en el pasado padeció –hoy día está controlado– el llamado grand mal. Si tanto azul intimida al visitante, el artista reconoce que de eso se trata. Quería meter al espectador en un estado alterado de conciencia, para que sintiera lo mismo que yo.

Aunque ésta es la primera vez que Sandoval aborda el tema, siempre ha estado presente en su cabeza, como sombra; desde su pasada exposición Finisterre, en la galería Landucci Arte, empezó a trabajar esa cosa fragmentaria que se ve durante la crisis epiléptica. Siempre lo traía, pero nunca lo había enfrentado. De hecho, fueron pocas piezas, porque fue un desgaste emocional muy fuerte, ya que me obligó a recordar esos momentos.

La pregunta, no obstante, era: ¿cómo se pinta una convulsión? La respuesta está en los 12 óleos, realizados en 2009, que integran la exposición. El cuadro SE hace alusión al comienzo de la crisis, cuando no puedes fijar la vista, con formas que se pasan de arriba hacia abajo, como las líneas de una televisión.

El entrevistado cuenta que antes de que supiera que tenía epilepsia tuvo un sueño recurrente, en el cual una materia se extiendía muy rápido y me asfixiaba. No sabía que eso era un aviso de que venía una crisis. Los chorreados representan un mundo que se desvanece.

Sandoval es pintor abstracto, sin embargo, hizo un autorretrato donde trató de captar el aura: cuando sientes que te va a llegar (una crisis); es un estado muy raro, en donde todo está bien, pero al mismo tiempo todo es irreal. Luego viene la crisis convulsiva.

Referentes musicales y poéticos

La posibilidad de reflejar un estado interno, es decir, el actual mundo convulsionado, le pareció al artista una buena metáfora, de modo que la obra de Formasordas tiene mucho de juego. De allí el cuadro Zombie, con referencias a la guerra. La letra de la canción Zombie, de la banda irlandesa Cranberries, se reproduce en el catálogo que también contiene un texto de Paul Valéry sobre lo informe, por ser el autor que más se aproximó a lo que Sandoval piensa.

El tríptico Fuga de muerte, sin embargo, es un homenaje a un poema de Paul Celan. De alguna manera está presente el escritor ruso Fiódor Dostoievski, también epiléptico, con quien Sandoval se identifica mucho, y que en sus novelas describe varias veces” el aura, “la crisis de este trastorno neurológico y los demonios.

Son cuadros que Sandoval trabajó de manera muy distinta. Por lo regular, siempre las enriquecía a partir de la mucha materia. Estos los empecé a trabajar con base en veladuras y transparencias muy finas, pero son cuadros que me tomaron mucho más tiempo de lo que suelo dedicar a una obra o una serie. Fue más trabajoso de lo que pensé. La forma de pintar cambió, inclusive, de empastar, hasta mi forma de enfrentarme a la pintura. Tal vez tuvo que ver con un agotamiento del lenguaje anterior. El resultado me gustó mucho porque logré reflejar un mundo que se cae, algo que está muy en el extremo.

La muestra incluye una escultura titulada Brainstorming, técnica de grupo que Sandoval retoma como tormenta en el cerebro. La pieza, un guaje pintado con óleo y grafito, entre dos piezas de metal, está junto al cuadro Sustancias confusas, homenaje a Mary Shelley, autora de Frankenstein.

Formasordas permanecerá hasta el 21 de julio. Para visitarla hay que llamar al 5256-4360.