Mientras la ciudad duerme, decenas de trabajadores y policías recorren a pie, en tracmóviles y trenes barredores los túneles, vías y áreas estratégicas del Metro. El objetivo: garantizar el buen funcionamiento, y no exponer la seguridad de 5 millones de usuarios que a diario utilizan este servicio para dirigirse trasladarse, lo cual se ha logrado desde hace 34 años, cuabdi hubo un grave accidente en calzada de Tlalpan.

El director de seguridad institucional, Enrique Villatoro Martínez, explicó que la seguridad en las instalaciones del Sistema de Transporte Colectivo (STC-Metro) no es un tema de moda o coyuntural, sino una tarea cotidiana, por lo que sus 14 mil trabajadores, desde policías auxiliares y bancarios, vigilantes, conductores, técnicos y hasta ingenieros están capacitados para atender cualquier emergencia.

No estamos exentos de sufrir un incendio por problemas en locales técnicos o subestaciones de electrificación, pero las probabilidades son mínimas, porque cumplimos con los requisitos de un manual de protección civil muy estricto, se mantiene vigilancia cotidiana, y tenemos la capacidad técnica y humana suficiente para atender en cuestión de minutos una situación de esta índole sin poner en riesgo la vida de usuarios y personal nuestro, argumentó.

Hoy, la instalación de mil 600 cámaras de videovigilancia en las líneas 1, 2, 3, 5, 7 y 9, a las que se sumarán otras mil 500 a colocarse en los siguientes seis meses en las líneas 6, 8, A y B; así como la ubicación de 5 mil botones de alarma en puntos estratégicos, como andenes, conectados al puesto de control central, no sólo nos permitirá mejorar la frecuencia de los trenes, sino detectar cualquier desperfecto en vías y también evitar la comisión de delitos, precisó.

El funcionario explicó que tan sólo en este semestre se ha logrado la desarticulación de ocho bandas de carteristas, la detección de gente que se dedicaba a pintar grafitis y maltratar los trenes, además de quienes robaban cable, lo que obligaba a puentear el área afectada para no interrumpir el servicio, en espera del cierre de operaciones para proceder a su reparación integral.

Técnicos en seguridad

En el Metro, el uso de armas de fuego está prohibido, por lo que la capacitación del personal en defensa personal, manejo de toletes y atención de emergencias se ha convertido en la herramientas a utilizar, y cuyos conocimientos son adquiridos en cursos obligatorios, de por lo menos un mes, y su continua actualización. Así que podríamos decir que muchos de nuestros policías son técnicos en seguridad, pues en nuestras manos está la seguridad de millones de personas, agregó.

Por ello, el director del organismo, Francisco Bojórquez Hernández, determinó realizar a diario un recorrido por las 11 líneas del Metro a pie sobre el balastro de la vía o con el apoyo de tracmóviles, al concluir las operaciones, para detectar cualquier avería en las paredes de los túneles, áreas técnicas, cárcamos, puestos de vía, señalización y subestaciones; así como objetos arrojados. En tanto, el personal de limpieza labora en andenes, correspondencias y talleres.

Una vez concluida esta fase, entran en operación los trenes barredoras con una luz especial, los cuales permiten corroborar que todo está a punto de operación a lo largo de los 201 kilómetros de la red. En caso de detectarse algún problema, es posible conectarse al puesto de control y solicitar el corte de energía para revisar el área en cuestión y proceder a su reparación, antes de que inicie el servicio. No es una tarea fácil y tampoco rápida, pero con el apoyo de todas las áreas se ha logrado y hemos cumplido a cabalidad, porque el Metro no duerme, finalizó el funcionario.