Rotundo fracaso económico de México en 2009
Para vivir mejor, cero crecimiento
ueda claro que los signos alentadores
para la economía mexicana sólo los ven
en Los Pinos, porque para 2009 los organismos financieros internacionales, las agrupaciones nacionales y los centros de estudio de adentro y afuera apuntan hacia un mismo resultado: el desplome económico del país y el rotundo fracaso, como si no fuera obvio, del modelo impuesto y defendido, contra viento y marea, desde hace casi tres décadas. La caída libre de la economía mexicana ya no es tema a debatir; ahora el análisis se centra en estimar correctamente la profundidad y circunferencia del cráter tras su impacto en el suelo, y todo apunta a proporciones históricas.
La Cepal se suma a las recientes cuan deprimentes estimaciones del FMI, el Banco Mundial y la OCDE, entre otros, sobre el espeluznante 2009 mexicano. Ayer divulgó su Estudio Económico de América Latina y el Caribe 2008-2009, por medio del cual el organismo tiene la cortesía de notificar a los mexicanos lo que sus supuestos gobernantes se niegan a informar, por mucho que estén obligados a ello: a) la economía de México registrará un desplome de 7 por ciento del producto interno bruto; b) no sólo será el peor comportamiento regional en el presente año, sino que la caída será casi cuatro veces mayor con respecto al promedio latinoamericano; c) crece el desempleo en el país, cae el PIB por habitante y la pobreza va hacia adelante, y d) en 2010 el crecimiento
sería igual al de Nicaragua y Honduras (2.5 por ciento), apenas por arriba de Haití (2 por ciento), con lo que ese año ocuparía el penúltimo lugar latinoamericano.
Recientemente, el Banco Mundial divulgó sus más frescas estimaciones sobre el comportamiento económico mundial en 2009, que incluyen las perspectivas para 152 países, y en el balance México ocupa el escalón número 141 entre 152 posibles, con ganas de empeorar y descender algunos peldaños más. Para el organismo financiero multilateral, en 2009 la mexicana resultará la economía más debilitada y con el peor comportamiento en el panorama latinoamericano, a la vez que estará muy por abajo del nada grato promedio mundial, y en el sótano internacional, versión que ahora apuntala la Comisión Económica para América Latina y el Caribe, como antes la OCDE y el FMI.
Así, con la más reciente proyección de la Cepal, queda claro que con Felipe Calderón sentado en Los Pinos los mexicanos deben agregar cuatro años perdidos (2007-2010) a su ya largo inventario de ausencia de crecimiento, empleo y bienestar social, porque en ese cuatrienio la tasa promedio anual de crecimiento
sería de cero por ciento, algo no registrado para un periodo igual desde hace 24 años. En resumen, pues, una década de panismo en el gobierno arroja un balance igual de desastroso que de escalofriante en materia económica: en el mejor de los casos, de 2001 a 2010 (Fox y Felipillo) la tasa anual promedio de crecimiento
en México sería de 1.1 por ciento, la peor entre las peores.
Ya no sorprende a nadie, pero la Cepal hace hincapié en que la economía haitiana reportará un comportamiento sustancialmente mejor con respecto a la mexicana: la primera crecerá 2 por ciento; la segunda se desplomará 7 por ciento. ¿En 2009 qué otras economías latinoamericanas caen y en qué proporción? Brasil (–0.8 por ciento), Chile (–1), Guatemala (–1), Nicaragua (–1), El Salvador (–2), Honduras (–2.5), Paraguay (–3) y Costa Rica (–3). El promedio de caída en América Latina será de -1.9 por ciento, de acuerdo con la Cepal; en México de –7 por ciento, una proporción 3.68 veces mayor que la media regional. Por el contrario, las siguientes economías latinoamericanas reportan números negros: Argentina (1.5 por ciento), Bolivia (2.5), Colombia (0.6), Cuba (1), Ecuador (1), Haití (2), Panamá (2.5), Perú (2), República Dominicana (1) y Venezuela (0.3).
El problema se agudiza cuando, por medio de los promedios de la Cepal, se constata que en los últimos cuatro años (2007-2010) México sobresale por ser el único país de América Latina sin crecimiento económico: cero por ciento (para vivir mejor
, Calderón dixit), contrario a lo registrado en (todas cifras positivas) Argentina (5.1 por ciento), Bolivia (4.2), Brasil (3,4), Chile (2.6), Colombia (3.1), Costa Rica (2.6), Cuba (3.9), Ecuador (3.1), El Salvador (2), Guatemala (2.95), Honduras (2.6), Nicaragua (1.98), Panamá (7.05), Paraguay (3.15), Perú (6.4), República Dominicana (4.2), Uruguay (5.25), Venezuela (4.38) y Haití (2.2).
Dado el terrorífico resultado, ¿no es hora de olvidar los discursos y hacer algo efectivo?
Las rebanadas del pastel:
De todos es conocido, pero por fin la Comisión Nacional de Derechos Humanos se animó a reconocer públicamente que en la tragedia de la guardería ABC, de Hermosillo, existen indicios que permiten presumir la responsabilidad de los tres niveles de gobierno en las violaciones a los derechos humanos a la vida, a la seguridad jurídica y al desarrollo
, al tiempo que denuncia que sistemáticamente (la PGR) nos niega información
sobre el caso… Y sobre el desbarajuste del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE): “Cómo es posible que se muera uno de los compañeros con los que conviviste y que tanto quieres, y lo único que se repita sea la vieja consigna del repudio total a los procedimientos del ISSSTE. Suena tan poco comprometido como el seguirnos quejando de todo y no hacer nada. Porque, a ver, ¿a cuánto ascienden las cuotas al instituto de los varios millones de burócratas que hay en el país? ¿A dónde se van esos miles de millones de pesos? Hay mucho dinero, se dice, pero no para atender a los derechohabientes. Se le ha descuidado en todos los aspectos, con un servicio médico pésimo, una escasez brutal de medicinas y un burocratismo que raya en lo absurdo. ¿Por qué? ¿Por el uso político que durante muchos años se le ha dado al ISSSTE? ¿Por qué esta institución del Estado es botín económico para cierto sector del poder, para pagar favores políticos gubernamentales? ¿Es otra caja chica del gobierno en turno, como la Lotería Nacional? ¿Es otro reducto político de la ‘maestra’? Aunque si de dilapidar el dinero se trata, deberían investigar las empresas paraestatales o de participación estatal que todavía existen y donde los amigos-compadres-funcionarios tienen unos sueldazos, una funcionalidad cero y son revisadas muy discrecionalmente. En fin, la cadena de impunidad es interminable. Por cierto, ¿Ya se revisarían las licitaciones y contratos de las carreteras federales? Bueno, hay mucha tela de donde cortar y no hay ni para dónde hacerse. ¿Por qué no acuden al arbitraje médico para dirimir esta serie de negligencias?” (Ricardo García Ortega, [email protected]).