En el Partido Acción Nacional (PAN) se agudizó ayer la disputa interna. Senadores y ex legisladores criticaron los términos de la convocatoria para elegir al próximo dirigente del blanquiazul, pues en el fondo lo que se busca es obviar la discusión interna sobre la corresponsabilidad del partido y el gobierno en la debacle electoral del pasado 5 de julio, puntualizaron.

Al mismo tiempo, empezaron a surgir denuncias en torno a que desde la residencia oficial de Los Pinos se pretende imponer a César Nava en la presidencia del PAN. El ex dirigente nacional Manuel Espino de plano señaló que todo hace suponer que quien llegue a dirigir su partido será, una vez más, elegido por el presidente Felipe Calderón y oficializado por el Consejo Nacional.

En estas lamentables condiciones, si acaso participa algún candidato a la presidencia de Acción Nacional que no sea avalado por Los Pinos, no se vislumbran posibilidades de éxito, subrayó. No obstante lo anterior, el senador Humberto Aguilar y Javier Corral señalaron que valoran la posibilidad de participar en la contienda, mientras Ricardo García Cervantes informó su decisión de no intervenir.

Aspiración oficial de diputado electo

Se espera que hoy por la noche el diputado electo César Nava oficialice su aspiración a encabezar el partido, hecho que sucederá luego de que las últimas horas las ha dedicado a reunirse con militantes y consejeros en busca de su respaldo.

El lunes, el Comité Ejecutivo Nacional (CEN) del PAN aprobó la convocatoria para elegir el 8 de agosto al próximo jefe nacional panista, según la cual los consejeros votarán por un interino que durará en el cargo los 16 meses que le faltaban a la gestión del presidente saliente Germán Martínez. La cúpula blanquiazul también acordó mantenerse en el actual CEN. Ambas decisiones van en contra de las propuestas que hicieron diversos militantes, como los senadores Santiago Creel y Humberto Aguilar, para que dimitiera todo el comité y se eligiera un dirigente para tres años.

Javier Corral Jurado, ex senador, dijo que en los dramáticos momentos por los cuales pasa el PAN, una respuesta como la emitida el lunes por el comité se constituye en un dato desalentador del obligado ejercicio de rectificación que debiera hacer el máximo órgano ejecutivo del partido. Ésta es una señal de que no se comprenden los datos esenciales de la derrota o de que no se tiene disposición a la autocrítica, enfatizó.

Los términos de la convocatoria son limitados y buscan obviar la discusión interna sobre la corresponsabilidad del partido y el gobierno en esta debacle electoral, subrayó, luego de calificar de omisión grave que en la convocatoria no se plantee la renovación completa del CEN y sólo la figura de su presidente. Ello señala que la recién estrenada cultura de la dimisión no es tal, sino sólo una digna y aislada actitud de Germán Martínez.

Resaltó que ese órgano avaló y consintió unánimemente las acciones y decisiones de la estrategia que fracasó y, debido a su conformación, se constituiría en un dique a la renovación o reconstitución de Acción Nacional.

Corral mencionó que la negativa de privilegiar primero la discusión para la formulación de un diagnóstico general y de un plan de acción para la restructuración en el PAN, y convocar para que en el transcurso de 24 días se elija al jefe nacional panista, busca eludir el escrutinio de los grandes temas y concentrar la disputa entre personas. Es muy limitado el plazo, sobre todo si se considera que entre los consejeros nacionales—facultados para elegir al dirigente– existe un amplio sector vinculado con responsabilidades en el gobierno de Felipe Calderón.

El senador Ricardo García Cervantes explicó las razones por las cuales renunció al CEN el lunes pasado, junto a Humberto Aguilar. Entre otras causas, puntualizó que la actual integración del comité impide resolver los problemas del partido en unidad.