Grupos del tricolor admiten que el triunfo electoral se debió al voto de castigo contra el gobierno
Miércoles 15 de julio de 2009, p. 9
En una reunión para revisar los resultados de las elecciones del 5 de julio, los gobernadores del PRI le plantearon a la presidenta del partido, Beatriz Paredes Rangel, que si bien la decisión de permanecer en la dirigencia o asumir la diputación federal y buscar el liderazgo de la bancada es personal, le recordaron que los estatutos del tricolor no le permiten asumir los dos cargos y, por tanto, debe elegir uno.
El cónclave, que se realizó en la sede nacional del partido, y al que acudieron los 16 gobernadores priístas y los dos coordinadores parlamentarios, permitió también revisar los resultados con los cuales el partido obtendrá 237 diputados en su bancada de la 61 Legislatura, pero también para definir las posturas de los diferentes sectores que convergen en el Revolucionario Institucional, con vistas a la coordinación del grupo y las aspiraciones presidenciales de Paredes Rangel.
En el encuentro, informaron algunos de los asistentes, se dejó claro que la presidenta del partido no puede mantener el control del partido y del grupo parlamentario al mismo tiempo, luego de que Paredes Rangel ha dejado ver que su interés también es continuar como dirigente nacional en una estrategia rumbo a la elección del candidato presidencial priísta en 2012, lo cual ha creado algunas diferencias con los grupos de gobernadores, así como los del tricolor en el Senado y en la Cámara de Diputados.
Después de la reunión, en entrevista el gobernador de Nayarit, Ney González, consideró que difícilmente podrá imponerse al que será el próximo coordinador de los diputados federales, porque se trata de un proceso de inclusión, de toma de decisiones compartidas y en el que los estatutos son muy claros
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Entre los grupos de poder del PRI se ha cuestionado la estrategia de Paredes Rangel, de querer asumir el control tanto del partido como de la próxima bancada federal, y señalaron que una de sus estrategias es permanecer al frente del Comité Ejecutivo Nacional para desde ahí continuar construyendo su proyecto personal y, al mismo tiempo, dominar la diputación a través de uno de sus incondicionales.
Señalaron al respecto que entre las piezas que promueve como posibles coordinadores están el ex presidente de la Comisión de Defensa de Usuarios de Servicios Financieros, Oscar Levín Coppel, aun cuando participó como funcionario del gobierno; Sebastián Lerdo de Tejada, representante del partido ante el Instituto Federal Electoral (IFE), e inclusive el representante campesino Cruz López, quien ha presumido que cuenta con una fuerza de 20 legisladores cenecistas, aunque en realidad se trata de diputados que provienen de distritos rurales impulsados por los gobernadores.
Además afirmaron que el triunfo del pasado 5 de julio no se debe a una estrategia de Paredes Rangel y de su comité ejecutivo, sino que se explica más por el voto de castigo en contra del gobierno de Felipe Calderón y la operación política de los gobernadores. Por ejemplo, en la entidad de la dirigente, Tlaxcala, el tricolor perdió los tres distritos electorales, y se mantuvo como tercera fuerza en el Distrito Federal, donde ella y la senadora María de los Ángeles Moreno mantienen el control del partido desde hace muchos años.
También en la disputa por la coordinación, los gobernadores han analizado no permitir que esa posición la gane Emilio Chuayffet, porque sería como cederle el manejo de los diputados al gobernador del estado de México, Enrique Peña Nieto, además de que aquél mantiene diferencias con el coordinador de los senadores del PRI, Manlio Fabio Beltrones, y el de los actuales diputados, Emilio Gamboa, a quienes –señalaron diputados priístas– no incluyó en la lista de invitados de la boda de su hija.
Los asistentes al encuentro de ayer señalaron que en caso de que la presidenta del PRI opte por la diputación, lo más viable sería que la dirigencia partidista pase a manos del actual secretario general, Jesús Murillo Karam.
Por su parte, legisladores priístas señalaron que en ese escenario, a Emilio Gamboa no le interesa buscar la presidencia del partido para cubrir la eventual ausencia de Beatriz Paredes, porque su objetivo es presidir el tricolor a partir de 2011, para dirigir el proceso de elección del candidato presidencial en 2012, aunque precisaron que en ese momento también buscaría la dirigencia el gobernador de Oaxaca, Ulises Ruiz Ortiz.