Miércoles 15 de julio de 2009, p. 2
Moscú, 14 de julio. Seis voluntarios encerrados en Moscú desde el 31 de marzo en un habitáculo aislado del mundo exterior para recrear las condiciones de un vuelo habitado al planeta Marte salieron el martes de su encierro tras 105 días de experimentación.
Las puertas del módulo a bordo del cual se encontraba la tripulación, compuesta por cuatro rusos, un francés y un alemán, se abrieron a las 14 horas de Moscú.
Los seis hombres salieron sonrientes y en aparente buena condición física. El experimento ha sido un éxito
, reportó oficialmente Sergei Ryazansky, comandante ruso de la expedición, a sus superiores de la agencia espacial Roskosmos.
Después los voluntarios fueron llevados a un control médico.
Estudiar los efectos del encierro, el objetivo
El objetivo del experimento era estudiar los efectos sicológicos y fisiológicos de un largo encierro, especialmente sobre el estrés, la regulación hormonal, la inmunidad, la calidad del sueño y el humor en el seno de la tripulación.
Mientras su módulo permaneció en tierra firme en el Instituto Ruso para los Problemas Biomédicos de Moscú, el ensayo recreó las condiciones exactas de una misión real a Marte, incluyendo un aterrizaje en la superficie marciana, demoras de 20 minutos en las comunicaciones y situaciones de emergencia inesperadas.
El francés Cyrille Fournier, piloto de Air France, y el alemán Oliver Knickel, ingeniero militar, fueron elegidos por la Agencia Espacial Europea entre 5 mil 650 candidatos.
Sus compañeros rusos eran dos cosmonautas, un médico y un especialista en aspectos físicos y deportivos.
Los seis hombres vivieron estos tres meses en unas instalaciones de 550 metros cúbicos con diminutas habitaciones individuales de un máximo de 3.2 metros cuadrados.