Madrid, 13 de julio. El bebé de la joven que hace dos semanas se convirtió en la primera víctima mortal de la gripe A/H1N1 en España falleció a causa de un error médico, declaró el lunes un funcionario del hospital madrileño Gregorio Marañón, donde estaba internado.

El bebé, de tan sólo 28 semanas de gestación, nació el pasado 29 de junio por cesárea, un día antes del fallecimiento de su madre, y se encontraba en la unidad de cuidados intensivos del hospital Marañón.

El director gerente del centro sanitario, Antonio Barba, declaró que el deceso se debió a un terrible error médico, al administrársele alimentación por vía endovenosa, en lugar de a través de una sonda nasogástrica.

A consecuencia de un terrorífico error profesional, el personal de enfermería del centro confundió una medicación en el hijo de Dalila y por esto falleció, explicó Antonio Barba en una conferencia de prensa convocada de urgencia.

El directivo señaló también que el hospital asumiría todas las responsabilidades.

En tanto, el consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid, Juan José Güemes, dijo que se habían adoptado algunas medidas tras el fallecimiento del recién nacido.

El primero, reconocer el error con transparencia; apartar de sus funciones cautelarmente a los dos profesionales que atendían al recién nacido; abrir una investigación, y enviar el caso al juzgado de guardia, explicó Güemes.

La persona que atendió al bebé estaba completamente capacitada para desempeñar las tareas que tenía encomendadas en esa unidad de neonatología, agregó Güemes a una radiodifusora madrileña.

El gobierno español lamentó la muerte y envió un mensaje a la familia.

El jueves pasado un hombre de 41 años murió en Gran Canaria a causa de complicaciones derivadas de la gripe A/H1N1, con lo que se convirtió en el segundo fallecido en España a causa de la enfermedad.

Según los datos más recientes del Ministerio de Sanidad ofrecidos el viernes, el número de casos confirmados en España es de mil 34.

En el mundo se han detectado alrededor de 104 mil casos y 470 defunciones; más de 11 mil de los infectados son de residentes de la Unión Europea.