Senadores y diputados de PRD, PRI y PAN consideraron que las agresiones armadas de presuntos narcos de La Familia, en Michoacán, perpetradas en días recientes en contra de instalaciones y elementos de la Policía Federal, son un desafío al Estado mexicano, y también un signo de que debe modificarse la estrategia en contra de la delincuencia organizada.

El presidente del Senado de la República, el panista Gustavo Madero, consideró que frente a ese tipo de terror que está tratando de infligir la delincuencia organizada, debemos unir fuerzas para fortalecer al Estado.

Para el coordinador de los senadores priístas y presidente de la Junta de Coordinación Política, Manlio Fabio Beltrones, el gobierno nos debe dar la seguridad de que la estrategia que está siguiendo no sólo en Michoacán, sino en todo el país, está generando los resultados esperados desde hace tres años, porque vemos que todavía subsiste la delincuencia y la ola de violencia que el Presidente de la República dijo que iba a contener con el ejército en las calles.

Inclusive, manifestó, ante la respuesta virulenta del crimen organizado valdría la pena que el Consejo de Seguridad Nacional tuviera una reunión de emergencia.

Mientras, el coordinador de los senadores del PRD, Carlos Navarrete, calificó los hechos de una reacción violenta del cártel michoacano a la detención de uno de sus principales líderes.

En San Lázaro, el presidente de la Comisión de Seguridad Pública, Juan Francisco Rivera, aseguró que ante la ola de violencia que vive el país es necesario que el gobierno de Felipe Calderón replantee la estrategia contra el crimen, refuerce la presencia policiaca y dote a sus integrantes de mayor capacitación y armamento.

Ésa sería –dijo– la única forma de sacar adelante el problema y no permitir que el gobierno esté de rodillas en su lucha contra el crimen.

Cristian Castaño Contreras, de Acción Nacional, aseguró que los ataques en Michoacán no deben amedrentar a las autoridades, sino que se debe continuar la lucha a fin de vencer al crimen y garantizar así una mejor seguridad en las calles.

En su opinión, esos hechos son un reflejo de que se está descabezando a varios líderes de este tipo de organizaciones y, por lo mismo, la lucha debe continuar.

Antonio Soto, diputado del partido del sol azteca por Michoacán, consideró que los ataques de La Familia constituyen una clara declaración de guerra del crimen organizado contra el gobierno por las detenciones que las fuerzas federales han realizado.

Asimismo lamentó que el gobierno federal no cuente con un sistema de investigación militar y policiaca que detecte cómo opera la delincuencia organizada para enfrentarla con eficacia.

Por último opinó que dados los resultados es a todas luces insuficiente el despliegue militar que el presidente Calderón ordenó en Michoacán desde el inicio de su administración.